Te mostramos los 6 mejores lugares donde echarse una gran siesta, esa reconocida tradición española.
Después de una gran comilona, el cuerpo te pide un respiro, los párpados se te van cayendo y el mundo onírico se adueña de tu realidad, es el momento de la siesta. Desde el Magazine del Viajero te mostramos los 6 mejores lugares donde podrás echar un pequeño descanso, desde playas paradisíacas a campos de rosas, pasando por monumentos de incalculable valor patrimonial.
Mirador de San Nicolás
En la ciudad de Granada y frente a la imponente Alhambra existe un famoso mirador donde se juntan una variedad de artistas flamencos, artesanos y turistas que hacen de esta plaza un verdadero espectáculo. Te puedes acomodar bajo la sombra de un árbol para que toda esa mezcla te vaya relajando y cierres los ojos unos minutos. Al despertar, verás como los rayos de sol acarician los muros de la Alhambra y las preocupaciones que puedas tener se disiparán entre las casas blancas del barrio del Albaycin, donde se encuentra este mirador único.
Playa de Huanchaco
Huanchaco se encuentra en Perú, un país con un legado cultural y paisajístico de una diversidad y valor incalculable. Durante tu viaje a Perú podrás decidir cómo llegar a Machu Picchu, conocer el origen de la cultura andina, conocer el amazonas peruano, realizar excursiones por diferentes montañas de los Andes, o disfrutar de alguna de sus playas. Huanchaco es una ciudad del norte de Perú donde se juntan viajeros de todo el mundo, hay gran variedad de fiestas nocturnas y podrás sentarte en uno de los bancos de madera cercanos al puerto, para echar una cabezada mientras una ligera brisa marina te acaricia la cara.
Cayo Coco
Un cayo es una pequeña isla cercana a una isla mayor. En Cuba existen multitud de esos cayos, y algunos de ellos tras un trabajo descomunal se encuentran comunicados con la isla a través de una carretera. Cayo Coco es uno de esos islotes comunicados que te ofrece el país caribeño. Podrás pasear por playas de arena blanca, disfrutar de un mar de agua transparente y por supuesto de la calma que emana de todo el Caribe. Imagínate tumbado bajo una palmera cocotera y echando una cabezadita, después podrás desperezarte buceando entre corales, peces y langostas.
Escalinata Piazza Spagna
Roma, la ciudad eterna. La capital italiana respira belleza por todos sus poros, sus antiguas calles adoquinadas, un helado frente al Partenón, tu imaginación volando a través de las antiguas peleas de gladiadores en el Coliseo, el lanzamiento de una moneda a la Fontana de Trevi, un paseo romántico por el Trastevere. En tu viaje a Roma, entenderás que hablamos de una ciudad en la que uno sólo se aburre si no sale del hotel, es muy posible que tu andar te lleve por todos los rincones de la ciudad sin tener en cuenta la mañana o la tarde. Es por eso que te recomendamos sentarte, cuando ya no puedas más, en la escalinata de Piazza Spagna, te acomodes apoyado en un muro y cierres los ojos mientras escuchas el agua que emana la Fuente della Barcaccia.
Playa de Kuta
Una de las playas más hermosas del mundo se encuentra en Bali (Indonesia). Si tu viaje, responde a una necesidad de abstraerse de todo lo que ocurre alrededor, olvidar el estrés que dejaste atrás en el trabajo, o las preocupaciones familiares. En esta playa tendrás la oportunidad además de salir a surfear, deporte de adrenalina y que además te deja muy cansado. No te preocupes, come algo y busca una buena hamaca o una tumbona donde poder relajarte y recuperar las horas de sueño que quizá dejaste pasar la noche anterior en alguna fiesta multicultural.
El Valle de las Rosas y el Kelaat M’Gouna
En contra de lo que la mayor parte de las personas piensan, Marruecos no es un país completamente árido y puerta de entrada al Sáhara. En Marruecos encontramos la Cordillera del Atlas, una cadena montañosa de altos picos repletos de nieve. Muchos aventureros optan por realizar treckings a lo largo de estas montañas. Es después de esta actividad deportiva cuando te puedes acercar al Valle de las Rosas y el Kelaat M’Gouna. Allí podrás descansar en un gran oasis rodeado de Kasbas donde se cultiva azafrán y rosas. Busca un buen lugar con vistas a la cordillera y déjate envolver del aroma fresco de las flores para echar una cabezadita después de comer.