Viajar y coleccionar, acciones complementarias que se retroalimentan y dan un aliciente a tu aventura. ¡Comienza tu colección viajera!
Seguro que cuando eras pequeño hiciste algún tipo de colección, desde muñecos a cromos de jugadores de fútbol. Coleccionar es una manera de mantener contigo recuerdos, de buscar el máximo número de experiencias, de guardar objetos materiales que de per sé carecen de valor pero que juntas, al menos para quien las colecciona es un motivo de orgullo. Desde el Magazine del Viajero te damos ideas sobre 5 cosas que puedes comenzar a coleccionar durante tus viajes y te regalamos un bonus que no se colecciona pero se guardan por cientos.
Dinero
El dinero siempre es una comedura de cabeza, nos trae por el camino de la amargura. Primero porque es necesario conseguirlo y ahorrarlo para poder viajar, ya trabajando antes, o haciéndolo durante tu viaje. Pero otra preocupación la encontramos en la cantidad de dinero diferente que hay a lo largo del mundo, el valor de cada moneda o a cuánto está el cambio. Los billetes que te valen en un país, dejan de hacerlo cuando cruzas de frontera y siempre nos encontramos con monedas sueltas en la cartera o algún billete perdido en el fondo de la mochila. Algo que puedes hacer, viendo que ese dinero ya no tiene ningún valor, es coleccionarlo y volver a casa con muchos billetes y poco dinero. Será recuerdos de tu viaje, y quien sabe si una buena excusa para volver a viajar por esos países donde ya puedes comprar una barra de pan.
Medios de transporte
Hay viajeros de bicicleta, otros de furgoneta y otros de barco. Sin embargo la mayor parte de las personas que recorren el mundo lo hacen en un sinfín de medios de transporte y ese puede ser un buen tema para coleccionar. Buscar el mayor número de formas de viajar por cualquier continente. A los básicos de avión, tren, autobús, coche podemos añadirle otros más exóticos como un trineo, un carro tirado por burros o un camión de mercancías. Todo depende de las comodidades con las que quieras viajar y el grado de aventura que buscas.
Tatuajes
Esta forma de colección viajera es quizá algo más arriesgada y dolorosa. Son recuerdos que dejas grabados en tu piel de por vida, para que cuando seas viejito veas un tatuaje arrugado y recuerdes aquellos grandes momentos que pasaste viajando. Puedes darle importancia tanto a los países donde te realizaste tus tatuajes como al significado de los mismos. El peligro de este tipo de colección es que puedes acabar con más tinta que un calamar.
Sellos en el pasaporte
Es muy común, entre los grandes viajeros mostrar su pasaporte como una pieza de museo donde los sellos de los países más extraños son las muestras más codiciadas. Aquellos más buscados son los de los países que no están reconocidos por todas las naciones o de aquellos estados que han desaparecido. También hay lugares famosos que tiene preparado un sello para que puedas enseñar con orgullo que has estado en esos monumentos, algunos de estos lugares son el Machu Picchu o el Parque Nacional Álvaro Averoa.
Mapas
Un mapa es la delicia de cualquier viajero, mostrar con un dedo los lugares en los que estuviste, tener un callejero de las ciudades en las que estuviste. Puedes crear una base de datos de mapas del mundo. En cualquier oficina de turismo te facilitarán el mapa del sitio donde estás, después recae sobre ti la responsabilidad de guardarlos en buen estado para que al final de tu viaje tengas una carpeta donde a través de los mapas recuerdes aquel monumento, el lugar donde la conociste o ese sitio donde probaste por primera vez grillo frito.
Bonus: ¡amigos!
Los amigos no se coleccionan, los amigos se cuidan, y se estiman. Realmente cuando vuelvas a casa, los mapas te traerán recuerdos, reirás por la bicicleta antiquísima con la que estuviste recorriendo parte de Perú, te mirarás al espejo y verás la imagen de un baobab de Madagascar tatuado en tu brazo, pero aquello que te vendrá a la mente siempre, serán los amigos que hiciste viajando. Te sorprenderás recordando a los amigos con los que compartiste techo bajo una tormenta caribeña mientras das un paseo por un parque. Mientras tecleas en tu aburrido trabajo sonreirás cuando la cara de aquella muchacha a la que quisiste tanto se te aparezca sonriéndote. Las personas son el gran regalo de tu viaje, nunca lo olvides.