El Magazine del Viajero
Aquí están las mejores ciudades para dar la nota.
Un melómano no puede vivir sin música. Siempre la lleva consigo, también en sus viajes. De hecho, la música puede ser uno de los objetivos de su experiencia turística. Bien para asistir a un concierto, bien para visitar una ciudad de lo más musical donde dar rienda suelta a su mitomanía. Sea cual sea la razón, lo cierto es que Europa cuenta con un puñado de ciudades que son el paraíso para los amantes de la música. Lugares donde nacieron o vivieron algunos de los genios inmortales de la música. O donde estrenaron algunas de sus mejores obras. Incluso localidades donde tienen lugar conciertos de la máxima calidad en un entorno de ensueño. Te acercamos algunos de ellos. Sin duda, te quedarás con los oídos abiertos. Y, si quieres continuar tu exploración de destinos musicales, aquí te dejamos nuestros artículos sobre dónde ver los mejores conciertos de Año Nuevo y dónde escuchar a las mejores orquestas del mundo.
Viena (Austria)
No podíamos abrir la lista sin comenzar por la ciudad musical por antonomasia. ¿Y es que hay alguna ciudad que, a lo largo de la historia, haya concentrado a tanto genio de la música por metro cuadrado? Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert, Brahms, Bruckner, Mahler, Schönberg… ¡y podríamos seguir! De hecho, la tradición musical de la ciudad es tan intensa que son muchísimos los sitios a los que asistir a un concierto. Por citar sólo algunos: el célebre Musikverein, el reputado Teatro de la Ópera o el Burgtheater. En este último teatro, por cierto, estrenó Mozart algunas de sus óperas más importantes, como Las bodas de Figaro o Cosí fan tutte. ¿Tal vez por eso es Patrimonio de la Humanidad? Por otro lado, si te apetece un poco de mitomanía, siempre puedes ir al cementaerio Zentralfriedhof a presentarle tus respetos a Beethoven, Mozart, Wolf, Schubert, Schönberg y muchos otros.
Salzburgo (Austria)
Seguimos en Austria, pero en una ciudad algo más pequeña que su capital. Aunque, de ningún modo, una ciudad secundaria. Los motivos de su importancia son varias. Sede arzobispal, ciudad próspera pero, sobre todo, patria chica de Mozart. De hecho, el haber sido la ciudad que vio nacer al compositor la ha convertido en una especie de parque temático dedicado a su figura. Allí podrás caminar por la Mozartplatz y visitar la casa donde nació. Aunque si lo que quieres es vibrar con la mejor música, lo mejor es que asistas al Festival de Salzburgo. Uno de los festivales operísticos más reputados del mundo. En él se representa, como no puede ser de otro modo, óperas de Mozart, pero también títulos pertenecientes a otros estilos y épocas. Además, el hermoso enclave natural en el que se encuentra te brindará estupendas vistas. Un placer para todos los sentidos.
Milán (Italia)
Italia es, en sí, un país de lo más operístico. Exuberante, lujoso, artístico y con su puntillo de drama. No en vano la nación transalpino es la cuna de la ópera. De este hecho da buena cuenta su famoso Teatro de la Scala. Sin duda uno de los mejores teatros de ópera del mundo. Lugar de estreno de algunas de las mejores obras de Rossini y Verdi y lugar de paso obligado para todo aquel cantante que quiera consagrarse en este noble género. Como decimos, Italia está repleta de teatros de ópera fascinantes en todos lados (por ejemplo, a la otra punta del país, en Nápoles), aunque tal vez sea la Scala el más representativo y emblemático.
Bayreuth (Alemania)
Si lo tuyo no es la ópera italiana, no pasa absolutamente nada. Tienes tu destino operístico perfecto en el sur de Alemania, concretamente en la encantadora localidad bávara de Bayreuth. Templo de los wagnerianos más recalcitrantes, es siempre una buena opción para deleitarse con la mejor música rodeado de ninfas, dioses y valquirias. De hecho es en esta localidad donde Wagner se hizo construir su propio teatro, el cual albergaría el estreno de sus últimas óperas. Y donde se interpretaron en exclusiva durante algunas décadas. Hoy en día sigue siendo el lugar ineludible donde se dan cita los wagnerianos de todo el mundo. Sobre todo porque en Bayreuth podemos visitar la casa del compositor, así como su tumba. Un plan perfecto para los más mitómanos.
Berlín (Alemania)
Alemania es, como sabe cualquier melómano, una de las superpotencias históricas de la música. Y, como quien dice el refrán: quien tuvo, retuvo. Berlín es un destino estupendo si queremos pasar un fin de semana de lo más musical. Y es que las opciones de buena música abundan en la capital alemana. Aunque, sin duda, el más atractivo es el poder asistir a un concierto de su Berliner Philarmoniker. Sin duda, una de las mejores orquestas del mundo. Si no la mejor. Pues por su sala de conciertos no sólo pasan las mejores batutas, sino los mejores instrumentistas del mundo. De hecho, buena parte de ellos forman parte de la orquesta. ¡Un lujazo!
Lucerna (Suiza)
Lucerna es una bella ciudad, sin duda una de las más hermosas del país helvético. Lo mejor de todo es que durante los meses de agosto y septiembre tiene lugar el famoso Festival de Música de Lucerna. Un festival fundado en 1938 con pequeños conciertos en la villa de Wagner pero que fue, poco a poco, creciendo en importancia. Sobre todo desde que, con el ascenso del nazismo, muchos directores e intérpretes disidentes se refugiaran en este festival para no tener que actuar en los más famosos festivales alemanes y austriacos. Hoy es una cita ineludible para cualquier melómano. De hecho allí dirigen e interpretan música las más grandes figuras de la actualidad. Y todo con el marco incomparable de Lucerna y su hermosísimo lago.
Leipzig (Alemania)
Viena es, como decíamos, la ciudad con mayor concentración de genios. Pero Leipzig, con únicamente 3, puede ponerse a la altura de la capital austriaca en cuanto a su significación musical. Y es que pocas ciudades pueden preciarse de ser la cuna de un genio, Wagner, la patria adoptiva de un sabio, Bach, y la ciudad donde trabajó durante una temporada Mendelssohn. Sin duda la figura que ha dejado mayor huella es la de Bach, como podemos ver hoy en día en sus calles. De hecho, la iglesia de Santo Tomás es una visita obligada. Pues fue allí donde Bach fue Kapellmeister durante buena parte de su vida. Y donde estrenó muchas de sus cantatas y obras inmortales como la Pasión según San Mateo. Por cierto, muy cerca de la iglesia se encuentra el museo dedicado a Bach, por lo que es un plan excelente para complementar tu viaje musical.
San Petersburgo (Rusia)
Hasta ahora hemos hablado de conciertos y de ópera, pero, ¿qué pasa con el ballet? Otro de los géneros escénicos musicales más importantes. Reservamos una cita con este bello arte para el último destino de la lista. Y es que hay pocos lugares en el mundo que sean tan míticos en lo relativo al arte de la danza. De hecho, en San Petersburgo trabajaron codo con codo Tchaikovsky y el famoso coreógrafo Marius Petipa en la producción de los míticos ballets El lago de los cisnes, La bella durmiente y El cascanueces. De hecho el Teatro Mariinski, donde se interpretaron, sigue siendo uno de los teatros de ballet más top del mundo. Si eres amante de este género, no lo dudes: San Petersburgo tiene mucho que ofrecerte.
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