El Magazine del Viajero
Con el fin de salvaguardar tanto el turismo como la economía de la Isla de Giglio, el barco Costa Concordia será extraído de una pieza y remolcado al puerto italiano de Civitavecchia a principios de mayo.
Desde el 13 de enero, día del accidente, los “gigliesi”, habitantes de la isla, estaban esperando una respuesta por parte de las autoridades. Finalmente ha sido la empresa estadounidense, Titan Salvage junto con la italiana Micoper quienes han sido elegidas para comenzar con el trabajo de extracción y reflotado, tarea que se estima durará aproximadamente un año.
La firma floridana Titan Salvage tiene una gran experiencia a sus espaldas después de haber realizado más de 350 operaciones de salvamento y retiradas de buques y trabajará en conjunto con la italiana Micoper, que por su parte, está especializada en construcciones y obras de ingeniería submarina.
La isla de Giglio posee una rica vida marina y es un habitat natural para los delfines, por lo que la protección medioambiental de este refugio natural es una de las principales objetivos de esta misión. El 24 de marzo se ha completado la extracción de combustible y una vez finalizados los trabajos de remolcado se limpiará y replantará la flora marina.
Este plan fue elegido por un Comité de Evaluación Técnica compuestos por expertos en representación de Costa Cruceros y la Oficina del Comisionado para la emergencia del Costa Concordia: ”El Comité de Evaluación Técnica ha elegido a Titan Salvage- Micoperi, ya que responde a los requisitos principales: eliminación completa de los restos del naufragio, al menor riesgo e impacto ambiental posible, resguardo del turismo y la economía de la isla de Giglio y la seguridad de nuestras operaciones”.
El Costa Concordia, que chocó con un arrecife frente a la costa de la Toscana el 13 de enero, viajaba con 4.200 personas, dentro de las cuales 32 cuerpos fueron encontrados sin vida, siendo dos de ellos peruanos y uno español, mientras que dos pasajeros siguen aún desaparecidos.
El capitán del barco Francesco Schettino, que aún sigue siendo investigado, asegura que acercarse a la costa de Giglio era una aproximación habitual para saludar a los lugareños de la isla, y que la zona rocosa no aparecía en sus cartas de navegación.
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