Damos una vuelta al mundo a través de su facea más dulce.
Hoy nos adentramos en las ciudades más ricas del mundo. Y por ricas no queremos decir las que más dinero poseen. Sino las que han dado al mundo alguno de los dulces más deliciosos del planeta. Además, muchas de ellas son lo suficientemente bonitas para disfrutarlas y, de paso, quemar las calorías de más. ¡Acompáñanos! Y, si quieres ampliar información en lo referente a turismo gastronómico, no te pierdas nuesetro artículo sobre los mejores platos del mundo y los mejores desayunos del mundo.
Viena (Apfelstrudel)
Un auténtico clásico de la no menos clásica Viena. Tan habitual en los paladares de la ciudad como el reputado café vienés; de hecho, te lo servirán en una de sus múltiples (y hermosísimas) cafeterías. Parece ser que su origen se remonta al siglo XVII, aunque la base de su sabor sigue intacta: consiste en una masa fina rellena de compota de manzana ácida, canela y azúcar. Se le pueden añadir también pasas y, cómo no, ser espolvoreado por una fina capa de azúcarl.
Estambul (Baklava)
Un postre cuyo origen se remonta a la noche de los tiempos (se piensa que procede de Mesopotamia), pero cuyo delicioso sabor ha hecho que siga cocinándose y degustándose en nuestros días. Se trata de un fino hojaldre relleno de miel y frutos secos (normalmente, pistachos o nueces). A veces, para realzar su sabor se le puede añadir agua de rosas. Su sabor es tan exquisito que, sin duda, es dulce digno de sultanes.
Venecia (Tiramisú)
Otro clásico entre clásicos, aunque su origen es relativamente reciente. Creado a mediados del siglo XX en la región del Véneto, se trata de una idea tan simple como deliciosa. Bizcocho humedecido con café y licor colocado en capas donde se alterna dicho bizcocho con crema. Es un dulce tan popular que no es ni mucho menos necesario desplazarse a Italia para comerlo. Sin embargo, en su tierra natal podremos degustarlo en su manera más auténtica y, lo que es mejor, con sutiles variaciones dependiendo del lugar o la región.
Buenos Aires (Panqueques)
Argentina, con sus alfjanjores y dulce de leche, es una tierra especialmente dulce. Sin embargo, queremos traer en esta ocasión sus no menos célebres panqueques. Aunque a menudo se lo suele definir como una crepe, posee algunas diferencias. Por ejemplo, su mayor grosor. Pero lo mejor es que va relleno de dulce de leche. Además, se le pueden añadir otros elementos sabrosos como, por ejemplo, canela.
Lisboa (Pastéis de Belém)
Al igual que el tiramisú, los Pastéis de Belém no son, estrictamente, un dulce tradicional. Y es que su creación es relativamente reciente si lo comparamos con otros postres. Estos deliciosos pastelitos surgieron a principios del siglo XIX. Cuenta la leyenda que ya se producían con mucha anterioridad en el Monasterio de Santa María de Belém, pero que su receta conquistó el mundo tras la clausura de dicho monasterio. Sea como fuere, consisten en tarteletas de hojaldre con una crema hecha a base de yema de huevo, leche y azúcar.
Tokio (Kanten)
Nos vamos ahora al Extremo Oriente tras el aroma de un dulce poco habitual. El Kanten consiste en un procesado de algas marinas, las cuales son reducidas a polvo (el conocido como agar-agar) para luego mezclarse con jugo de frutas (normalmente de fresas, moras y uvas). El resultado es una especie de gelatina que, además, posee varias propiedades saludables como la de reducir el colesterol sanguíneo y reducir la presión arterial.