Hay ocasiones en los que tomarse un respiro al margen de todo y de todos es más que necesario. ¿Y hay algo mejor que alejarse del mundanal ruido sumergiéndonos en paisajes indómitos? En este artículo te proponemos destinos que favorecen el recogimiento y la introspección. Algunos de ellos son lugares remotos y otros espacios dominados por una naturaleza arrolladora. Si has llegado a este artículo porque estás valorando tu primer gran viaje solo, te recomendamos que consultes también nuestro artículo sobre las ventajas e inconvenientes de viajar solo. ¡Comenzamos!
Svalbard (Noruega)
Una opción perfecta si lo que buscas es irte hasta los confines de la tierra habitada (y no muy habitada, de hecho, puesto que apenas 3.000 personas pueblan estas islas). Y es que el archipiélago noruego es uno de los lugares habitados más septentrionales del mundo. Los paisajes, con sus glaciares y espacios de tundra, son sobrecogedores; lo mismo su fauna, de la que destaca el emblemático oso polar. Y si te cansas de introspección y te apetece hacer alguna actividad siempre puedes realizar exploraciones en motos de nieve o cruceros por glaciares.
El Círculo Dorado (Islandia)
Si quieres sentirte sobrepasado por la inmensidad de los paisajes naturales, no puedes perderte el denominado Círculo Dorado islandés. Naturaleza en estado puro que expandirá tu alma. Este tour conecta tres lugares de excepción como son el Parque Nacional de Thingvellir, el área geotérmica de Geysir y la cascada de Gullfoss. Si buscas introspección, la encontrarás con creces, sobre todo si transitas por sus senderos. Asimismo, obtendrás imágenes de excepción y casi sacadas de otro mundo, como cuando los bordes de Gullfoss se congelan en invierno. Para completar tu experiencia, te aconsejamos que consultes bien alojamientos tipo cabaña para que tu retiro en la inmensidad natural sea casi perfecto.
Dolomitas
Después de probar los rigores árticos, qué mejor que irnos a regiones más meridionales, donde el clima y las condiciones de vida son más benignas. Hemos escogido las Dolomitas, en Italia. Una cadena montañosa donde hay de todo, desde los paisajes que encogen el alma (como en los montes Seceda) a lagos impresionantes como el Lago di Carezza, ubicado a 1.500 metros. En definitiva una gozada natural en la que no faltan opciones de alojamiento muy variadas por si quieres estar solo. Eso sí, se trata de un lugar que atrae visitantes, aunque no está masificado y, si madrugas, podrás ver lo más popular sin agobio ninguno. Si quieres saber más, te aconsejamos nuestro artículo sobre qué ver y hacer en las Dolomitas.
Bosque de Białowieża (Polonia)
Si buscamos introspección y autenticidad, ¿hay un mejor sitio que uno de los bosques primigenios? En este contexto, “primigenio” significa que se trata de un bosque que ha conseguido conservar las características que tenía desde la última Edad de Hielo. Allí encontratas robles, tilos, fresnos… así como al bisonte europeo. Sí, de hecho, este bosque entre Polonia y Bielorrusia es el último refugio de este animal que fue el señor de los animales en Europa hace tanto y tanto tiempo. Además, este Parque Nacional tiene una red de senderos bien señalizados que pueden ayudarte en tu inmersión solitaria por uno de los espacios naturales más intactos que puedas encontrar. Aunque si tus deseos de soledad no son tan fuertes, siempre puedes unirte a tours con más gente y compartir la experiencia con otros.
Lago Sevan (Armenia)
Ubicado a más de 1.900 metros de altitud, el lago Seván es uno de los lagos de alta montaña más impresionantes del mundo. Así que si lo que buscas es un lugar impresionante pero también sentir cierta sensación de aislamiento, este es tu lugar. De hecho, el paraje ha sido siempre tan propicio a la meditación y la introspección que no son pocos los monasterios que han florecido a sus orillas. Algo que convierte este destino en un lugar perfecto para disfrutar de naturaleza y cultura. De hecho ,el monasterio Sevenavank se ubica en una pequeña península que ofrece vistas auténticamente espectaculares. Lo mejor de todo es que no es un lugar masificado, aunque suele estar más concurrido en verano. Con todo, nadie te quitará tus paseos en solitario o tus momentos de recogimiento en algunas de las cabañas que se ofertan
Valle del Silencio (España)
Una opción fabulosa sin salir de España está en el Valle del Silencio leonés. Un paraje cuya tranquilidad la lleva en el mismo nombre. Y no es para menos dado que se trata de un entorno natural precioso dominado por árboles como el roble y el castaño. No es extraño, de hecho, que haya sido uno de los lugares favoritos por los eremitas de la Edad Media para llevar a cabo sus retiros. Es el caso, por ejemplo, de San Genadio, el obispo de Astorga, que decidió retirarse en una cueva que hoy lleva su nombre y que puedes visitar. Si quieres una inmersión en el lugar, te aconsejamos la ruta del Valle del Silencio, una ruta que parte en el encantador pueblo de Santiago de Peñalba y te sumerge en los paisajes del valle y del río Oza.