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Los oráculos, esos lugares donde acudían muchos griegos para conocer el futuro o los auspicios de los dioses, fueron de gran importancia durante toda la Edad Antigua. Se trató de un fenómeno presente en varias culturas, no sólo la griega; nos vienen a la cabeza, por ejemplo, los oráculos egipcios y romanos, ¡pero todavía hay más! En este artículo nos centramos en los oráculos más famosos del mundo griego. Prepárate para un viaje que, aunque parezca mentira, no sabrás qué te depara. Y, si quieres seguir explorando la Grecia más mítica, aquí te dejamos nuestros artículos sobre qué ver en Atenas y qué ver en Creta.

Oráculo de Delfos (Grecia)

Fue, probablemente, el oráculo más visitado y respetado de la Antigua Grecia. Ubicado a 180 km de Atenas, puede ser una interesante escapada si alquilas un coche o si quieres tomar el autobús en la calle Liossion. En este oráculo era donde la sacerdotisa inspirada por el mismísimo Apolo, llamada Pythia, contestaba muy alegóricamente y en verso a las preguntas de los reverentes griegos que acudían a ella desde diferentes partes de la Hélade. Las preguntas eran, muy a menudo, de gran importancia, como la conveniencia o no de iniciar una guerra. Aunque todos los oráculos que todavía se conservan no lo hacen de manera íntegra, sigue siendo emocionante visitar el Oráculo de Delfos, compuesto por el Templo de Apolo, un estadio y un teatro.

Sitio arqueológico de Delfos, en Grecia

Oráculo de Dodona (Grecia)

Aunque se piensa que fue uno de los más antiguos de Grecia, el Oráculo de Dodona fue eclipsado por el de Delfos. A ello contribuyó, probablemente, su ubicación algo alejada de la Grecia más poblada y con las ciudades más florecientes. Y es que este oráculo se ubica en el Epiro, la zona noroccidental de Grecia. Pese a todo, lo que se conserva de él bien vale una visita. Las ruinas que pueden verse pertenecen a un templo dedicado a Zeus y un teatro. De hecho, este teatro pertenece a una ampliación posterior emprendida por el famoso Pirro y pasa por ser uno de los teatros más impresionantes de la Grecia antigua. Esta fastuosidad no siempre fue la tónica de este oráculo que se significó durante siglos por su humildad; de hecho, se cree que los vaticinios se llevaban a cabo a los pies de una austera encina.

Teatro del Oráculo de Dodona

Oráculo de Dídima (Turquía)

Nos vamos a Asia Menor, actual Turquía, en cuyas costas se establecieron los griegos jonios. Una comunidad de griegos que estuvo presente hasta el siglo pasado, cuando fueron expulsados definitivamente por los turcos. De esta prolongada presencia nos han quedado varios restos y algunos de los más impresionantes son los del Oráculo de Dídima, actualmente llamada Didim. Este oráculo era de gran importancia, llegando a rivalizar incluso con el de Delfos. A él acudían personalidades del más alto nivel, incluido un tal Alejandro Magno. La importancia que hubo de tener este oráculo se manifiesta claramente en la monumentalidad del Templo de Apolo, cuyas ruinas son todavía magníficas. Destacan además los relieves que lo decoraban, siendo uno de los más hermosos el que representa la cabeza de Medusa. El ser mitológico griego con cabellera de serpientes que convertía en piedra a todo aquel a quien miraba.

Templo de Apolo en el Oráculo de Didima

Santuario de Asclepio (Grecia)

Si hay una faceta de la vida que más inquieta a los humanos esa es la de la salud. Por tanto, no puede parecer extraño que en Epidauro podamos encontrar las ruinas de un antiguo santuario dedicado a Asclepio, el dios griego de la medicina. Se piensa que tenía funciones de oráculo dado que a este paraje acudían muchas personas para consultar las posibilidades de curación de familiares enfermos. El santuario contaba con un templo dedicado a Asclepio, pero también a Artemisa y Apolo. La pena de todo ello es que poco se conserva hoy, más que unas pocas pero muy nobles ruinas. Con todo, lo suficiente para haber sido declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Ruinas del Santuario de Asclepio en Epidauro

Santuario de Gea (Grecia)

Olimpia era una de las ciudades con más solera de la Antigua Grecia. No en vano, allí tenían lugar los Juegos Olímpicos, por lo que no es de extrañar que tuviera un santuario dedicado al más olímpico de todos los dioses: Zeus. Pero no sólo él, también otras deidades como Atenea y Hera. Pero antes de todo eso se piensa que este paraje ya era lugar de culto de dioses prehelénicos y que, incluso, albergó un oráculo dedicado a Gea, la deidad de la tierra, una de las diosas más primordiales de la mitología griega. O, al menos, eso es lo que nos cuenta el viajero de la Antigua Grecia Pausanias. Hoy no se conserva este oráculo, pero vale la pena que desplaces para ver lo que ha quedado del Santuario de Zeus, cuyo templo estaba considerado como una de las 7 maravillas de la Antigüedad. Hoy, desgraciadamente, sólo es un conjunto de ruinas donde sobresale alguna que otra majestuosa columna dórica.

Ruinas del Templo de Zeus en Olimpia

IMG: iStock; Wikipedia.

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