El Magazine del Viajero
Joaquín Sorolla es uno de los pintores más admirados de España por razones que saltan a la vista. Nunca mejor dicho, por cierto, porque pocos como él han dominado con los pinceles la naturaleza de la luz. Además, su repertorio de temas (escenas de playa, el costumbrismo mediterráneo) son una marca de la casa inconfundible. Y, puesto que se trata de un pintor también muy admirado fuera de España, sus cuadros pueden verse en prácticamente cualquier parte del mundo. En este artículo te mostramos dónde verlos. Por cierto, estamos dedicando una serie de artículos a los pintores más señalados de la Historia, así que, si quieres saber más, te aconsejamos que eches un vistazo a dónde ver los cuadros de Velázquez, dónde ver los cuadros de Goya, dónde ver los cuadros de Picasso, donde ver los cuadros de Dalí, dónde ver los cuadros de Rembrandt y dónde ver los cuadros de Leonardo da Vinci.
Chicos en la playa (Museo del Prado, Madrid)
Como buen valenciano, Sorolla conocía perfectamente la luz del Mediterráneo. Y si hay un lienzo donde el empleo de la luz es magistral, sin duda es este. Pintado en 1910, probablemente sea el más famoso de los lienzos que dedicara a las amables estampas de niños divirtiéndose en el mar. La pincelada suelta de Sorolla no sólo describe los reflejos de la luz en los cuerpos desnudos de los muchachos sino que también sugiere las texturas blandas y ondulantes de la arena mojada. Sin duda una de las obras maestras de Sorolla que puede contemplarse en el Museo del Prado.
¡Aún dicen que el pescado es caro! (Museo del Prado, Madrid)
A pesar de que Sorolla ha pasado al imaginario común con sus cuadros marinos y exquisitos retratos de pincelada suelta, prácticamente impresionista, lo cierto es que el artista pasó primero por una etapa pictórica más realista. El realismo pictórico en el siglo XIX pasaba por representar escenas cotidianas no exentas de cierta crítica social. En este cuadro, cuyo título extrae Sorolla de la obra Flor de Mayo de su paisano Blasco Ibáñez, es una buena muestra de esta etapa. En el cuadro vemos a dos pescadores atendiendo a un tercero, que ha resultado herido en plena faena. Atendiendo a la imagen y al título, el mensaje de Sorolla estaba más que claro. Puedes verlo en el Museo del Prado de Madrid.
Madre (Museo Sorolla, Madrid)
Se trata de uno de los cuadros más fascinantes de Sorolla. La escena, plenamente íntima, representa a su mujer Clotilde con su hija Elena. El recogimiento del cuadro, así como el predominio del blanco y el minimalismo de la composición, hacen de este lienzo uno de los más interesantes de su producción. Puedes verlo en el Museo Sorolla de Madrid, un espacio que fue en tiempos la casa madrileña del pintor. Hoy es un flamante museo con auténticas obras maestras y dónde, además de contemplarlas, podrás pasearte por el espacio más íntimo y cotidiano del pintor.
Paseo a orillas del mar (Museo Sorolla, Madrid)
Y, ya que estamos en el Museo Sorolla, continuemos en este fascinante espacio para ver otra de las obras más apreciadas del pintor. Se trata de Paseo a orillas del mar, un cuadro donde Sorolla revisita sus amadas escenas de playa. En este caso, aparecen dos mujeres, su esposa Clotilde (a la izquierda) y su hija mayor María Clotilde (a la derecha). Se trata de un cuadro de grandes dimensiones que destaca por la composición: dos figuras sobre un espacio con apenas perspectiva en el que relucen colores suaves y delicadamente contrastados. Qué más decir de este cuadro que lo que salta a la vista: ¡es una obra maestra!
Cosiendo la vela (Ca’Pesaro, Venecia)
En este cuadro se dan cita los temas más queridos por Sorolla: la exaltación de la luz, el ambiente marinero y el retrato costumbrista. El pintor nos muestra aquí a un grupo de personas cosiendo una vela para que puedan usarla los marineros. La vela ocupa una gran extensión del lienzo, dando la oportunidad al pintor a retratar de manera perfecta la incidencia de la luz filtrada por las hojas en la vela. Sin duda una de las obras más apreciadas de Sorolla en vida incluso en el extranjero. Motivo por el cual hoy puede verse en Ca’Pesaro, un escenario de excepción, por cierto, ya que es un hermoso palacio veneciano.
El regreso de la pesca (Museo de Orsay, París)
Estamos ante un cuadro de grandes dimensiones (265 x 403 cm) expuesto en la Meca del arte impresionista: el Museo Orsay de París. Se trata de un lienzo que ya en vida del pintor fue admirado y exhibido internacionalmente; de hecho, el Estado francés lo adquirió en 1895 para albergarlo en el Louvre. La escena representa unos bueyes remolcando un barco pesquero después de la faena. Se trata de un lienzo de 1894, Sorolla aún no había desarrollado su pincelada suelta, por lo que podemos observar una concepción más sólida del modelado de los cuerpos. Eso sí, en la representación de los reflejos del agua ya vemos anunciarse al Sorolla posterior.
Visión de España (Hispanic Society, Nueva York)
Estamos ante una de las obras más ambiciosas de Sorolla, tanto por el número de lienzos que la integran como por sus dimensiones y la amplitud en la concepción. Es fruto de un encargo de la Hispanic Society, que pidió a Sorolla un conjunto de 14 lienzos que representaran el colorido y vida de las diferentes regiones españolas. Sorolla recorrió España para documentarse y el resultado es una serie maravillosa de cuadros que retratan la vida española alejándose de los tópicos románticos sobre España. En ellos vemos retratadas escenas de regiones como Andalucía, Castilla, Cataluña, Baleares, Navarra, Galicia y Valencia. Son, sin excepción, retratos bulliciosos y encantadores, que transcurren la mayoría en exteriores. En definitiva, el canto definitivo de Sorolla a dos de sus amores: la luz y España.
