El Magazine del Viajero
Visitas Berlín y has decidido que te darás una vuelta por la famosa Isla de los Museos, un espacio en el medio del río Spree donde se alzan cinco magníficos museos. Sin embargo, esto es lo único que sabes y necesitas separar el grano de la paja, pues no cuentas con tiempo ilimitado para ver los 5 museos. Probablemente ya te hayas hecho con la Berlin Welcome Card y sepas que por aproximadamente 20 € puedes visitarlos todos. Así que has decidido dedicarle una mañanita a este lugar y te preguntas ¿por dónde empiezo? En este artículo te mostramos los imprescindibles de este imprescindible espacio berlinés declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y, para seguir explorando la inagotable capital germana, te dejamos nuestros artículos sobre qué ver y hacer en Berlín y qué ver y hacer en el Berlín comunista.
Antes de empezar, ¿qué museos hay en la Isla de los Museos?
Lo primero que podemos hacer es establecer una panorámica de la Isla de los Museos. Consta de cinco museos diferenciados:
- Altes Museum: Es el museo que está más próximo a la Catedral de Berlín. Fue diseñado por el prestigioso arquitecto Schinkel en 1830. Destaca por su colección de escultura griega y romana y por su colección numismática.
- Neues Museum: Abre sus puertas en 1855 y, aunque muy dañado a causa de la Segunda Guerra Mundial, fue restaurado con su apariencia actual en 2009. Es relevante por su colección de arte egipcio.
- Antigua Galería Nacional: Construida a mediados del siglo XIX contiene obras escultóricas y pictóricas fundamentalmente del siglo XIX y con una gran presencia de artistas alemanes.
- Museo Bode: Inaugurado en 1904 y consagrado, prácticamente en su totalidad, a la escultura de varias épocas.
- Museo de Pérgamo: Inaugurado en 1930, es el más reciente pero probablemente el más conocido. Destacable por su colección de arte antiguo.
Ahora que sabemos qué museos hay a nuestra disposición, vamos a ir uno por uno destacando las obras que no puedes dejar de lado. ¡Empezamos!
Qué ver en el Altes Museum
La Isla de los Museos probablemente albergue entre sus diferentes museos una de las mejores colecciones de arte antiguo del mundo. Esto es perfectamente visible en la calidad escultórica de sus obras, muchas de ellas pertenecientes a la antigüedad griega y romana. En el Altes Museum, que también contiene una de las mejores colecciones de arte etrusco del mundo, podemos ver las siguientes obras maestras. Empezamos por la Cabeza de Pericles, una copia romana del original griego que es bastante conocida por las múltiples veces que ha sido reproducida en libros. Sin duda, de las mejores obras de arte existentes del gobernante griego.
También es muy apreciada por su calidad la estatuilla de Afrodita, un original griego del siglo II a.C. Destaca de esta obra la sinuosidad del cuerpo de Afrodita, así como la delicadeza de su gesto y el detallismo de los pliegues de sus ropas.
Y, dado que los ejemplos pictóricos de la Edad Antigua no son tan numerosos como los de escultura, te vamos a recomendar una de las mejores piezas que alberga el Altes Museum. Se trata del retrato del emperador Septimio Severo y su familia, una pintura del siglo II.
Que ver en el Neues Museum
Este museo alberga unas 9.000 obras y fue, desgraciadamente, muy dañado en la Segunda Guerra Mundial. De hecho, contaba con una espléndida sala donde se recreaban las columnas de un templo egipcio que hoy en día ha sido reconstruida en un estilo mucho más moderno. Pero las obras maestras, en esto sí hemos de alegrarnos (y mucho), siguen intactas. Es el caso del famosísimo Busto de Nefertiti, sin duda la joya de la corona del Neues Museum. Se trata de un busto de cal recubierto de estuco que representa a la esposa de Akenatón. Un auténtico prodigio de realismo a la hora de retratar las facciones de una mujer. Si no puedes detenerte mucho en este museo, esta es, sin duda alguna, la obra que no puedes perderte.
Nada que envidiar tiene la famosa Cabeza Verde de Berlín al Busto de Nefertiti. Y es que se trata de una de las obras maestras del arte egipcio: una cabeza de pizarra realizada en el 350 a.C que representa con un realismo único el rostro de un hombre. El retrato es, como decimos, tan realista que incluso parece querer imitar la textura de la piel y cierta flaccidez del rostro. En definitiva, tienes que verlo para creerlo.
Qué ver en la Antigua Galería Nacional de Berlín
La Antigua Galería Nacional se caracteriza por su amplia colección de pinturas, especialmente del siglo XIX. Resulta especialmente interesante su visita si estás muy interesado en el arte alemán o en la historia alemana del siglo XIX, dado que hay muchas pinturas que representan monarcas y momentos importantes de la historia del país (en este sentido, te recomendamos los óleos de Adolph von Menzel). Pero, sin duda, uno de los más famosos y reproducidos de este periodo es la Fundición de Hierro del ya mencionado Adolphe von Menzel.
La colección abarca la práctica totalidad de estilos pictóricos del siglo XIX y hay una interesante sala reservada para el Impresionismo, donde podrás ver algunos cuadros de maestros franceses de este estilo. Por ejemplo, podemos ver el interesantísimo En el invernadero, de Manet. Aunque también algunos cuadros de otros impresionistas como Renoir y Degas.
Pero, tratándose de un museo con una importancia presencia de la pintura alemana, no podía faltar el pintor germano más famoso del XIX: Caspar David Friedrich. El pintor romántico por antonomasia, el retratista de la pequeñez del hombre frente a la naturaleza. Es el caso, por ejemplo, de uno de sus lienzos más famosos, el Monje a la orilla del mar. Un cuadro enigmático que difumina la línea entre el realismo y la abstracción.
Qué ver en el Museo Bode
Este museo, inaugurado a principios del siglo XIX es tributario del estilo conocido como Barroco Guillermino, un talante arquitectónico que tuvo lugar bajo el reinado de Guillermo II, dominado por la colosalidad. Algo que, sin duda, salta a la vista. Su interior es fastuoso por lo lujoso de sus estancias y la espectacularidad de sus escaleras. En lo que respecta a su colección, esta es predominantemente escultórica. Abarca varias épocas y contiene las obras de algunos consumados maestros como Antonio Canova, autor de la interesante La Bailarina, y de Bernini, uno de los maestros indiscutibles del Barroco, cuya genio está bien representado en este museo con su obra Sátiro con pantera.
Qué ver en el Museo de Pérgamo
Es el más reciente de todos los museos y probablemente el más famoso por las obras maestras que contiene. Sin duda la obra más famosa es el Altar de Pérgamo, consagrado a Zeus y Atenea. Uno de los monumentos más grandiosos del mundo antiguo y quizá el mejor ejemplo de lo que se ha venido a denominar como escultura helenística. Un periodo de la escultura griega dominado por la expresividad y el dramatismo. Lo mejor de todo es que, dado que es un altar, se trata de un espacio, por tanto, se puede recorrer. La fiel recreación del museo permite que subamos las escaleras y contemplemos cómo los relieves se despliegan según lo que planificaron sus artífices. Sin duda, una experiencia artística irrepetible.
Compite en importancia la Puerta de Ishtar, una absoluta preciosidad de la ciudad de Babilonia. De hecho, era una puerta de entrada y destaca por su altura de 15 metros y sus relieves de toros y otros seres.
IMG: iStock.
