Salamanca es una de las ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad. Nada extraño si atendemos a sus numerosas cualidades. En primer lugar, es una ciudad histórica como pocas donde lo artístico, en especial el estilo plateresco, brilla con una fuerza inusitada. Además, es una de las cunas intelectuales de España, pues el poder irradiador de su Universidad ha traspasado fronteras y cruzado océanos. Y, por si fuera poco, es una de las ciudades más literarias del país, pues en ella se han ambientado auténticas obras maestras de la literatura española como La Celestina, el Lazarillo de Tormes y El Licenciado Vidriera. En fin, toda una constelación de encantos que te detallamos a continuación.
Plaza Mayor
La Plaza Mayor de Salamanca es uno de los centros neurálgicos de la ciudad. Y no es para menos dado que puede presumir de ser una de las plazas más bonitas de España. Construida en la primera mitad del siglo XVIII recoge la tradición barroca, la cual se traduce en una plaza majestuosa y de gran belleza. Nada más y nada menos que 6.400 metros cuadrados donde admirar la belleza de su arquitectura, tomar algo en una de sus múltiples terrazas o, simplemente, sentarse a ver la vida pasar.
Casa de las Conchas
La Casa de las Conchas es un curioso monumento del siglo XV construido en un estilo gótico tardío aunque en su interior presenta elementos mudéjares. Sin duda lo que más llama la atención son las 300 conchas en piedra que adornan su fachada. Existen muchas teorías sobre el por qué de este elemento decorativo; algunas, la verdad, pintorescas y casi esotéricas. Sin embargo, el motivo puede ser más sencillo. Su promotor, Rodrigo Maldonado de Talavera, formaba parte de la Orden de Santiago. Por tanto, teniendo en cuenta esto, ¿extraña tanto una concha en la fachada? Lo mejor es que lo descubras por ti mismo en persona.
La Catedral Vieja y la Catedral Nueva
Salamanca cuenta con dos catedrales: la Catedral Vieja, construida entre los siglos XII y XIV y la Catedral Nueva, erigida entre los siglos XVI y XVII. La primera está construida en un sólido estilo románico/gótico mientras que la segunda presume de un flamante estilo renacentista. De hecho, buena parte de Salamanca está construida en este estilo de transición entre el gótico tardío y el renacimiento. Un estilo que se considera específicamente español y que algunos han venido en denominar como plateresco. La Catedral Nueva en particfular es impresionante dado que mide más de 100 metros de altura. Para los más curiosos que no se hayan cansado de buscar la ranita en la Universidad: en la Puerta de Ramos de esta Catedral puede encontrarse el relieve de un simpático diablillo comiendo helado y de un astronauta.
La Casa Lis
Si te apetece descansar de tanto plateresco, tenemos la mejor opción: darte un salto a la Casa Lis. Este edficio de 1905 se asoma imponente al Tormes y se trata de una interesantísima construcción Art Nouveau. A pesar de que emplea el hierro y el vidrio, como es propio al estilo, se integra a la perfección en ese look característico de la ciudad vieja de Salamanca. Además, en su interior se encuentra un interesante museo de muñecas de porcelana.
La Universidad de Salamanca
La Universidad de Salamanca cuenta con el honor de ser la primera universidad hispana. Fundada por Alfonso IX en el siglo XIII, esta universidad ha regalado al mundo grandes estudiosos. Algunos de ellos, como Fray Luis de León y Miguel de Unamuno, muy conocidos. También ha tenido insignes estudiantes, como por ejemplo, un tal Hernán Cortés. Pero más allá de su honda significación cultural, la fachada vale la pena ser observada. Y no sólo para encontrar la famosa ranita (la cual, según la tradición, trae buena suerte en los exámenes a quien la descubre) sino por la excelente decoración plateresca y el medallón de los Reyes Católicos.
El Convento de San Esteban
Anteriormente te hablábamos del plateresco y ahora vamos con una de las construcciones donde este estilo se despliega de manera más exuberante. El Convento de San Esteban, construido entre los siglos XVI y XVII, destaca por su portada realizada por Rodrigo Gil de Hondañón. Una enormidad repleta de figuras que representan tanto escenas de la vida de Jesús como escenas y personajes vinculados a la orden dominica que ocupa el convento. El interior no es menos bello; de hecho, te recomendamos visitar su extraordinario coro presidido por los frescos de Antonio Palomino.