Capital de la provincia homónima, Teruel es una ciudad que ha palidecido frente a la pujanza de Zaragoza, la capital de Aragón que, además, congrega a buena parte de la población total de la autonomía. Sin embargo, Teruel es una ciudad que vale mucho la pena visitar. ¿Sabías, por ejemplo, que alberga monumentos Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO? En este artículo te mostramos qué ver. Y, si quieres una inmersión total en Aragón, aquí te dejamos nuestros artículos sobre qué ver en Zaragoza y qué ver y hacer en los alrededores de Zaragoza. Sobre todo aprovechando que una manera de llegar a Teruel es reservando unos vuelos a Zaragoza y desplazándose a él dese la misma capital aragonesa. Aunque también podrás hacerlo con unos vuelos baratos a Valencia, pues la cercanía entre ambas ciudades lo permite a la perfección.
La Catedral de Santa María de Teruel
Se trata de una catedral hermosa que, además, es uno de los elementos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Curiosamente no lo es toda la construcción, sino su torre, el cimborrio y la techumbre de la nave central. ¿El motivo? Son las partes construidas en estilo mudéjar. Un estilo único que sólo existe en España y que es fruto del conocimiento arquitectónico de los árabes que se quedaron a vivir en el territorio reconquistado por los cristianos.
Es por ello que los monumentos mudéjares, aunque usan tipologías cristianas, echan mano de algunos elementos constructivos, materiales y decorativos muy afines al mundo de Al-Andalus. Por ejemplo, los materiales pobres como el ladrillo y una suntuosa decoración. Los famosos artesonados, realizados en madera y con función de cubierta, son también uno de los elementos distintivos de este estilo.
Todo ello lo podrás ver de manera impresionante en la Catedral de Santa María. El artesonado de la nave central está considerado como la “Capilla Sixtina del Mudéjar” por su increíble decoración. Aunque también podrás disfrutar de los elementos no típicamente mudéjares, como unos vitrales del siglo XV de gran calidad artística.
Torre del Salvador
Otro de los emblemas del mudéjar turolense y español. Se trata de una torre de 40 metros que es, en sí misma, y a pesar de su construcción tardía en el siglo XIV un compendio del mudéjar: arcos ojivales góticos y uso de materiales típicos del arte árabe como ladrillo, yeso y cerámica vidriada. De hecho, en lo que respecta a los arcos ojivales, podrás ver que el que más destaca está en su base y servía de puerta de acceso a la ciudad. Una función atípica en otros contextos culturales que, sin embargo, es característica del mudéjar.
Puedes acceder a su interior: de hecho 120 escalones te llevarán a lo más alto y te permitirán bonitas panorámicas de la ciudad. Los horarios para visitarla son de 10 a 14 horas y de 16:30 a 19:30 horas, aunque te aconsejamos que consultes estos horarios ya que podrían variar. El precio de la entrada, por lo que has de ver, está literalmente regalado: 2 €.
Torre de San Martín
Otra de estas torres-puerta mudéjares que engalanan Teruel. Para verla tendrás que ir a la Plaza de Pérez Prado. Verás los elementos que también caracterizan a las demás torres turolenses. Su misma forma recuerda a un minarete almohade, tanto en la forma como en los ladrillos usados como material. Decorativamente esta torre es una auténtica maravilla: podrás ver desde arcos abocinados a decoración con cerámica vidriada de una tonalidad verde muy especial. Algunos de los elementos decorativos árabes más característicos, como los arcos ciegos entrelazados o la decoración en sebka, están representados aquí. Y, por si fuera poco, esta torre también presenta un elemento único: un basamento de piedra.
Escalinata de Óvalo
Y de mudéjar… a neomudéjar. Sí, este estilo se hizo especialmente célebre durante el siglo XIX y parte del XX, debido a que muchos arquitectos lo interpretaron como el estilo hispano por antonomasia. Es decir, un estilo que sólo se podía encontrar en España. Es por ello que durante esta época proliferaron edificios neomudéjares. Un lugar neomudéjar especialmente interesante se encuentra, cómo no, en Teruel. Como puedes ver, es un revival de lo más fiel. Los ladrillos siguen siendo omnipresentes, así como la decoración de cerámica vidriada. Además, para rematar este conjunto tan puramente turolense, la escalinata conduce al paseante directamente hacia un relieve donde se muestra a los amantes de Teruel. Una historia medieval de amores infortunados, muy en la onda de Tristán e Isolda, que muchos piensan que podría estar en el germen de, ni más ni menos, que el Romeo y Julieta Shakesperiano.
Pero este no es el único lugar donde se hace referencia a estos inmortales amantes de Teruel. Quizás el más interesante se ubica en otro sitio, al que nos desplazamos a continuación.
Mausoleo de los Amantes de Teruel
Los amantes de Teruel son de esas historias tan inmortales como el amor de la pareja protagonista. Isabel de Segura y Juan Martínez de Marcilla se amaban pero había un problema: el padre de ella, de extracción social superior a la de él, desaprobaba el romance. Juan recibió, sin embargo, un último voto de confianza: un plazo de 5 años para hacer fortuna y merecer así la mano de Isabel. Pero tanto tardó Juan que, finalmente, su enamorada acabó casada con un noble de Albarracín. Lo peor acontece cuando Juan vuelve por fin a Teruel y, tras enterarse de lo que ha pasado, intenta recuperar a Isabel, la cual se niega por ser una mujer casada. El desdichado Juan termina muriendo de pena.
En el funeral de Juan, en la iglesia de San Pedro donde está hoy este Mausoleo, Isabel se acerca a su féretro, le besa y cae inmediatamente fulminada al suelo. ¡Qué bonita historia! Durante mucho tiempo los dos amantes estuvieron enterrados en esta iglesia, aunque en 2005 se erigió el actual mausoleo. Si quieres revivir la intensidad de esta leyenda y, ya de paso, admirar las esculturas funerarias de Juan de Ávalos, no puedes perderte una visita a este Mausoleo.
Museo de Teruel
Un lugar ideal para empaparte de cultura dado que conserva una colección de objetos que es todo un resumen de la historia de la localidad desde sus orígenes hasta nuestros días (pues incluye desde objetos etnológicos y mosaicos romanos a arte contemporáneo). Cómo no, también podrás ver una colección de arte mudéjar (que no sólo se limitaba a los edificios). Y todo ello coronado (nunca mejor dicho) con un acceso a su parte superior, desde la que admirar una increíble postal de Teruel: los tejados de las casitas tradicionales sobre las que se alza orgulloso el famoso cimborrio de la Catedral. Los horarios son de 10 a 14 horas y de 16 a 19 horas de martes a viernes (incluyendo festivos). Los sábados y domingos sólo podrás visitarlo por la mañana. Sea como sea siempre podrás hacerlo gratuitamente.
Bonus track familiar: Dinópolis
Si viajas con niños, tal vez pueda ser una buena idea considerar una visita a Dinópolis. Un lugar donde disfrutar de recreaciones de dinosaurios pero también de restos auténticos. Y es que Teruel es una provincia con varios lugares paleontógicos. De hecho, el parque Dinópolis es sólo uno de los centros: existen otros repartidos en otros 7 lugares de la provincia donde se han encontrado restos de dinosaurios. En el Dinópolis de Teruel encontrarás, además de museos palentológicos, recorridos temáticos, simuladores virtuales, cine en 3D y espectáculos de animación. Todo ello por 28 € los adultos y 22 € los niños.