Una naturaleza espléndida y ciudades con mucho encanto: eso es lo que ofrece Québec, el estado francófono de Canadá. En este artículo te descubrimos qué ver y hacer en tan fascinante región.
Canadá es uno de los destinos más populares en estos momentos. No resulta algo difícil de entender dada la gran cantidad de atractivos turísticos que este país ofrece. Cultura, historia y naturaleza, sobre todo, pero también el ser un país amistoso y abierto a los foráneos. No es de extrañar, pues, que Canadá acostumbre a aparecer en las listas de las naciones con mejor reputación del mundo. Te mostramos qué ver en el estado de Quebec, una de las regiones del país que, dada su y su presente francófono, resulta un destino muy interesante. Es un pedacito de Francia en el Norte de América que bien vale ser considerado en tu viaje a Canadá.
Montreal
La segunda ciudad más grande de Canadá y la más populosa y moderna de Quebec. Con sus lagos, inmensos parques y, sobre todo, sus rascacielos, Montreal se asemeja a una pequeña Nueva York. Es, además, una urbe con una gran atmósfera multicultural, tolerante y abierta al mundo. Y lo más fascinante de todo es que su centro histórico constituye todo un viaje a una ciudad europea.
La Ciudad Vieja y Mont Royal
El centro histórico de Montreal está engalanado con numerosos edificios decimonónicos, entre los cuales destaca la basílica de Notre Dame, diseñada con una clara inspiración en la catedral homónima de París. Darte una vuelta por el casco histórico resulta muy interesante dado que constituye de nuevo toda una inmersión en una ciudad de fisonomía europea. Una vez que lo hayas recorrido, puede ser una idea darse un salto al Mont Royal, desde donde se pueden obtener magníficas vistas desde la ciudad.
Escuchar Jazz
La ciudad canadiense ofrece una oferta musical de primer nivel, en particular de jazz, dado que su tradición jazzística es de primer orden. Si eres un amante de este género no vas a quedar defraudado con los locales que interpretan este estilo de música en vivo. Nos refererimos sobre todo a los famosos House of Jazz, Dièse Onze, Upstairs Jazz Club y Moldavia.
Asistir a un partido de hockey sobre hielo
Los canadienses son famosos por su pasión por el hockey sobre hielo, tanto que podría considerarse el deporte nacional. De hecho, la selección canadiense es una de las mejores del mundo, con 13 medallas olímpicas en su haber además de 25 victorias en el Campeonato Mundial de Hoceky sobre Hielo. Así que si visitas esta ciudad, te aconsejamos que asistas a un partido de los Canadiens de Montréal, el club de hockey sobre hielo más antiguo todavía en activo.
Ciudad de Quebec
Calles de edificios coloridos, recorridas continuamente por carrozas y frecuentadas por artistas callejeros: eso es el casco viejo de Quebec. Aunque no sólo: lo mejor es su ambiente de ciudad europea, de pedacito de Francia en América del Norte. Un ambiente urbano y belleza arquitectónica que ha valido a este centro histórico el ser reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Observatorio
El observatorio de la ciudad de Quebec se encuentra a 220 metros de altura, en lo más alto del más alto rascacielos de la ciudad, conocido como Edificio Marie-Guyart. Un lugar inmejorable para obtener vistas panorámicas de Ciudad de Quebec.
Château Frontenac
Este edificio, construido a finales del siglo XIX e inicios del XX, es un pastiche arquitectónico entre el estilo medieval y renacentista basado en los hermosos castillos franceses del siglo XVI. Es, de hecho, uno de los edificios más increíbles de Canadá y, desde luego, de los más llamativos de la ciudad de Quebec.
Los museos
Y un poco de cultura. La ciudad de Quebec ofrece en este sentido un gran abanico de posibilidades. De hecho, presenta un complejo de museos muy interesante que comprende el Museo de las Civilizaciones, el Musée de la Place Royale, el Maison Historique Chevalier, el Musée de l’Amérique Francophone y el Centre National de Conservation et d’Etudes des Collections.
La naturaleza, la historia y la gastronomía de Quebec
Observar las ballenas en el río San Lorenzo
El imponente río, que conecta los Grandes Lagos con el oceáno Atlántico es uno de los mejores lugares del mundo para la observación de ballenas. Si te apetece divisar ballenas azules, jorobadas y cachalotes es necesario alquilar un coche en Montreal o Ciudad de Quebec. Aunque no es sólo eso lo que te ofrece el río San Lorenzo: si lo deseas, también puedes embarcarte en uno de los cruceros por su cauce que se organizan diariamente.
Admirar las cascadas de Montmorency
A 12 kilómetros del centro histórico de Ciudad de Québec encontramos estas espectaculares cascadas, las cuales toman el nombre del río y se precipitan a 83 metros de altura, 30 más que las famosas cascadas del Niágara. Un espectáculo natural que no puedes perderte.
Degustar la cocina quebequesa
Una de las sorpresas más agradables de Québec es su cocina local. Si eres un amante del pescado, tienes la posibilidad de hincarle el diente a un salmón de gran calidad, servido de todas las maneras: crudo, ahumado o en piezas. Otra delicia es la carne, en particular la de cerdo y la de vaca. Aunque si lo que quieres es algo para simplemente matar el hambre, te recomendamos el poutine: patatas fritas con queso cheddar espolovreado acompañadas de variadas salsas.
Revivir el periodo colonial
Situado al borde del magnífico fiordo de Saguenay, Sainte-Félix d’Otis recrea las condiciones de vida en un pueblecito del periodo de la primera colonización francesa de la región en los inicios del siglo XVII. Una parte del lugar, conocida como Nouvelle France está dedicada en concreto a la historia de la población nativa americana de los Uroni, también llamados Wyandot.