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El Magazine del Viajero
  •   5 min lectura

Pauline, nuestra especialista en la búsqueda de hoteles de liligo.com, nos cuenta todo lo que hay que saber para hacer (bien) nuestra elección y reserva de hotel, desde el principio hasta el final.

¿Cómo elegir bien tu hotel? Si te planteas esta cuestión es que ya has escogido el destino de tus futuras vacaciones, y lo más seguro es que ya hayas encontrado tus billetes de avión baratos para llegar a tu destino elegido. Pues bien, una vez hecho todo esto, toca elegir el alojamiento.

Antes de nada, se trata de identificar tus preferencias: ¿viajas para una escapada de fin de semana, o para un período largo? ¿buscas una estancia tranquila y relajada con vistas al mar (o la montaña), o tu viaje es activo y cultural? ¿o quizá deportivo o fiestero? ¿vas en pareja o con los amigotes?… Son algunos conceptos que conviene tener claros para que la elección del alojamiento resulte satisfactoria.

La situación

turista¡Es uno de los criterios más importantes! Si viajas de escapada de fin de semana, tu tiempo es limitado. Así que lo mejor es buscar un hotel situado en pleno centro, cerca de las atracciones que más te interesen: monumentos, teatros, museos, restaurantes, zona de fiesta… Por el contrario, si vas a estar por un largo período, puede ser interesante elegir tu alojamiento en un barrio residencial más alejado del centro, más tranquilo y con un menor precio y mejores comodidades. Además, para estancias largas, se pueden encontrar opciones económicas de transporte para moverte a tu aire.

Si tu viaje tiene varias etapas, que implican desplazamientos en tren, bus o avión, lo más práctico es buscar el alojamiento en una zona bien comunicada con las estaciones o el aeropuerto. De esta forma ahorrarás tiempo y evitarás el estrés de llegar tarde y perder tu avión o tu tren.

En caso de que tu viaje tenga un interés particular, como ir a la playa, a un parque natural, etc., comprueba siempre las opciones disponibles: ¿la distancia se puede hacer andando? ¿está bien comunicado en transporte público? ¿es necesario ir en coche para llegar? ¿quizá el propio hotel dispone de un medio de transporte que te interese? Por otra parte, ten también en cuenta que aunque tu hotel esté en primera línea de playa, puede que esté tan alejado del centro de la ciudad que no disponga de tiendas, restaurantes o bares simpáticos donde relajarte después de la jornada.

El tipo de alojamiento

Entre hoteles, albergues juveniles, apartamentos, resorts, Bed&Breakfast, campings y demás, puede que te hagas un lío: es normal.

Si viajas en pareja, la elección habitual suele ser el hotel, de los que por supuesto hay diversos tipos: hotel boutique, hotel SPA, hotel con piscina, hotel familiar… La popular fórmula del “todo incluido”, generalmente en zonas de costa, te permitirá despreocuparte de buscar restaurantes o bares. Eso sí, ten en cuenta que no suelen ser muy tranquilos, ya que suelen tener viajes organizados, con animaciones y espectáculos por las tardes.

Si viajas con amigos, y vuestra prioridad, más que el confort, es un buen ambiente, un albergue juvenil es vuestra mejor opción. Al contrario que un impersonal hotel, los albergues además son ideales para viajeros con poco presupuesto.

Los Bed&Breakfast proponen una experiencia aún más íntima y local: además de ofrecer desayuno, como su propio nombre indica, donde suelen ser habituales platos o especialidades típicas, todo a un precio mucho menor que el de un hotel.

¿Quieres estar como en casa? Entonces lo mejor es que alquiles un apartamento. Encontrarás los mismos servicios que en los alojamientos habituales, con un plus de intimidad. Generalmente bien situados, es una solución económica para familias, o grupos de amigos o parejas.

Además de todos estos, hoy en día hay multitud de hoteles “originales”: caravanas, autocaravanas, cabañas en los árboles, iglúes… Si eres un amante de lo extravagante, puedes consultar la selección que hicimos: aquí la primera parte, y aquí la segunda parte.palmeras

Los servicios

Lógicamente varían de un establecimiento a otro, aunque siempre conviene comprobar si dispone de los “básicos”: conexión WiFi, desayuno, climatización, lavandería (sobre todo para estancias largas), bar-restaurante, etc. Para los más exigentes, puede interesar que el hotel disponga de piscina, SPA, sala business, o transporte directo con las estaciones y el aeropuerto.

Respecto a la habitación, sin llegar al confort máximo de las suites de mayor lujo, hay que estudiar las diversas opciones de las que dispone el establecimiento para elegir la que mejor se adapta a nuestras necesidades: ¿queremos una habitación grande o no? ¿necesitamos que tenga televisión de plasma? ¿y balcón con vistas? Estas elecciones luego se traducirán en una mayor o menor factura, aun dentro del mismo hotel.

La categoría

Es importante saber que hay diferencias de categoría entre países: un hotel de 4 estrellas no es igual en todas partes. Incluso el sistema de clasificación de hoteles en España depende de la región. Hasta ahora, los intentos unificadores no han sido bien acogidos.

Para evitar sorpresas (desagradables), es necesario considerar diversos factores para evaluar correctamente la categoría de un hotel: dónde está situado, el tipo de ambiente que ofrece, cuándo fue construido o renovado por última vez, si pertenece o no a alguna cadena conocida… De hecho, si reservas en una cadena hotelera, encontrarás un servicio y unas características estandarizadas. Por una parte vas sobre seguro, pero también dejas de descubrir establecimientos diferentes, independientes o con un trato más personalizado.cama

Nosotros te aconsejamos encarecidamente que leas los comentarios y valoraciones de los usuarios: agilizarán tu búsqueda y te harás una idea más precisa del entorno. También puedes consultar foros o páginas especializadas. Eso sí, no te fíes de un solo comentario o de una sola guía de viajes: ¡diversifica tus fuentes!

En el momento de la reserva

Hay dos opciones para economizar y reservar un hotel barato: anticiparse y elegir con tiempo, gracias a un comparador de hoteles, o hacer una reserva de último minuto en función de las ofertas de las agencias de viajes en línea o de los propios establecimientos.

Las ofertas de último minuto suelen tener paquetes que incluyen desayuno o cenas gratis, sesiones de SPA, o promociones del tipo “4 noches al precio de 3”. Es importante que te tomes tu tiempo para leer detenidamente las condiciones de estas ofertas antes de hacer la reserva, para evitar malentendidos.

El precio de la reserva también variará dependiendo de si es temporada baja o temporada alta, ¡pero sobre todo dependiendo del destino! Encontrar un hotel barato en Nueva York supone un desafío tanto en primavera como otoño. Así mismo, también hay que tener en cuenta los eventos que puedan coincidir en fechas con tu viaje: un campeonato de Formula 1 o una final de fútbol puede llegar a doblar el precio por habitación, además de reducir la oferta.

Finalmente, es aconsejable familiarizarse con la política de anulación del hotel, por si surgiera algún imprevisto que te obligue a cancelar o modificar el viaje. ¡Algunos establecimientos te pueden sablear con esto!

¿Tienes algún truco o consejo para elegir hotel? ¡Compártelo con nosotros!


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