El Magazine del Viajero
Casi todos habremos oído alguna vez la historia de “Hansel y Gretel”, cuyos protagonistas se sintieron atraídos por la trampa que supuso la casa de chocolate de la malvada bruja… Pues bien, ahora parece que esa idea, más propia de los cuentos que de la realidad, se ha convertido en un hecho de nuestro mundo. ¡Bienvenidos al primer hotel comestible del mundo…!
Como en el famoso cuento de los hermanos Grimm, nos llegan noticias de un hecho nada habitual, un hotel comestible. Al fin y al cabo, como la casa de chocolate de la bruja… Y como no podía ser de otra manera, ha sido una empresa dedicada a la producción de golosinas la que ha tenido esta dulce idea.
Tate & Lyle Sugar, de origen británico, ha sido la encargada de levantar este hotel tan… rico. Si antes las costumbres hacían que muchos huéspedes se llevaran todo, o casi, aquello que no estaba pegado a la habitación y se podía coger fácilmente, ahora esta idea ha dado un nuevo giro: se comerá todo lo que no se necesite…
¿Qué podremos expoliar al tiempo que lo degustamos?
Obviamente, la estructura no será de chocolate, ni de gominola o algodón de azúcar, aunque sí recubiertos. Pero el mobiliario… eso es otra cosa. Desde los cojines de vainilla, a la bañera de caramelo, o las alfombras de merengue…
Esto se puede resumir en una frase: cómete todo lo que esté visible en la habitación. Así de sencillo, eso sí, si queremos estar a dieta… mejor no reservar.
Info General
- Nombre: Tate & Lyle Sugar’s Tasting House
- Lugar: Londres
- Habitaciones: 8
- Web: tasteandsmile.com
En lo referente al material usado:
- Más de 200 dulces para revestir las paredes
- Unos seiscientos kilos de azúcar
- Dos mil horas de cocción
- Novecientas horas de trabajo decorativo por parte de 14 artistas
Y esto no es todo, las habitaciones, a parte de ser comestibles, son realmente curiosas. Su decoración gira en torno a temas variables como los piratas, con cofre y todo, los mayas, estilo británico, ambientes sureños modelo Misisipi,…
Y vosotros, ¿os gustaría morder este hotel? Eso sí, si estamos a dieta… mejor nos lo pensamos.
