Te proponemos 20 cosas para ver y hacer en París para los viajeros que repiten, cosas quizá no tan conocidas y menos turísticas.
¿Ya has estado en París? Entonces probablemente ya hayas subido a la Torre Eiffel, paseado por Montmartre o asistido a un espectáculo del Moulin Rouge. En este artículo proponemos planes para repetidores. Cosas que hacer si quieres visitar de nuevo la capital francesa y acercarte a sus encantos de una manera más alternativa y real. Si es tu primera vez en París y prefieres una visita más “canónica” entonces no te pierdas nuestro artículo sobre qué ver y hacer en París. Y, si lo que prefieres es tomarte un respiro, nada mejor que una escapada a los pueblos más bonitos en las afueras de París.
Qué ver y hacer en París
Merendar en el Canal Saint-Martin
Disfruta de cualquiera de los muchos bares que hay en este bello canal, o incluso tómate una cerveza directamente a bordo de alguna de las barcos parisinos. Te aseguramos una atmósfera relajante a la par que bohemia, ¡muy recomendable!
Jugar al fútbol en los campos públicos de Bois de Vincennes
Tres veces más grande que Central Park y cuatro más grande que Hyde Park, Bois de Vincennes es quizá el parque urbano más grande del mundo. Sólo por esto ya merece una visita, pero si además te gusta jugar al fútbol, ya sí que no te lo puedes perder, ya que todos los fines de semana se organizan partidillos en sus campos: ¡una estupenda forma de mostrar tus habilidades futbolísticas a los parisinos! Y si lo tuyo no es el deporte, no te preocupes, el Bois de Vincennes es uno de los lugares más bonitos para pasear. Si quieres disfrutar de un grato paseo te aconsejamos que reserves tus vuelos baratos a París en otoño, cuando los árboles se encienden con tonos rojizos y ocres.
Darse un garbeo por Belleville
Belleville es una de las zonas alternativas por antonomasia de París. Ubicada en un barrio trabajador, lo mejor de este área es su encanto sin pretensiones. Allí encontrarás desde comercios alternativos y galerías de arte a variados establecimientos de gastronomía de todo tipo. De hecho, cada mes se celebra un mercado de comida al aire libre que vale la pena no perderse. Y si lo que estás buscando es un poco de relax, siempre puedes darte una vuelta por su parque de Belleville, un lugar caracterizado por colinas que te brindarán estupendas vistas de la capital francesa.
Hacer amigos en el Rendez-Vous des Amis
Si quieres socializar con los parisinos —algo no demasiado fácil en el corto tiempo de un viaje—, te recomendamos que vayas al Rendez-Vous des Amis (rue de Gabrielle 23). Este bar, situado en el corazón de Montmartre, es uno de los lugares favoritos de turistas, artistas, jóvenes universitarios y en general de la gente amistosa con facilidad para iniciar una conversación con desconocidos en torno a una copa de vino o una cerveza. Una pequeña advertencia: al estar siempre muy concurrido, el local es también frecuentado por carteristas en busca de clientes distraídos, por lo que te recomendamos que prestes atención a tus pertenencias.
Ir de compras en el mercadillo de Saint-Ouen
Nacido en el lejano 1885, el mercadillo de Saint-Ouen es en realidad un compendio de mercadillos de todo tipo: antigüedades, ropa de segunda mano, objetos curiosos… Si vas con tiempo, te recomendamos que te detengas bien porque entre todos los objetos y cachivaches que tienen a la venta puedes encontrar artículos realmente valiosos. Recuerda: este mercadillo abre los sábados de 9 a 18 horas, los domingos de 10 a 18 horas y los lunes de 11 a 18 horas.
Leer en el Jardín de Luxemburgo
Este famoso parque público, en el mismo corazón de París, es un lugar perfecto para un momento de reposo entre visita y visita. Nada mejor que buscar un rincón tranquilo para, en compañía de un buen libro, disfrutar de un merecido descanso. Y, si buscas continuar tu momento contemplativo, en estos jardines tienes tu paraíso: se trata de toda una obra de arte al aire libre. Paseando por él, hermosos jardines y palacios clasicistas te saldrán al paso. Todo un disfrute de la belleza que podrás alargar mientras tu Síndrome de Stendhal te lo permita.
Contemplar el amanecer en Montmartre
Si se te hace un poco tarde mientras exploras la vibrante vida nocturna de París, te recomendamos que hagas un último esfuerzo y vayas a las escaleras de la Basílica del Sagrado Corazón, para poder disfrutar del precioso espectáculo de los primeros rayos del sol iluminando la ciudad de París, ¡es sublime!
Salir por los locales de Oberkampf
Si preguntas a un parisino por la zona con mayor concentración de bares, pubs y discotecas, seguramente te dirá que vayas a la rue Oberkampf. Y nosotros, sin ser parisinos, también te recomendamos ir allí para disfrutar de Paris la nuit.
Rodearse de culturetas en la Cinémathèque française
Verdadera institución cinematográfica a nivel mundial, la Cinémathèque es, a día de hoy, el mayor archivo existente de películas y documentos relacionados con el séptimo arte. La puedes encontrar en Rue de Bercy 51. El templo de los amantes del cine es actualmente un interesante edificio posmoderno del arquitecto Frank Gehry, el mismo que diseñó el Guggenheim de Bilbao. En su interior encontrarás de todo: exposiciones, proyecciones, retrospectivas, ciclos, monográficos… Si la Meca del cine es Hollywood, sin duda la Cinémathèque es la Meca de los cinéfilos.
Contemplar el reloj más antiguo de París
El reloj público más antiguo de París se encuentra en el Palais de la Cité. Fue impulsado por Carlos V en 1371. Desde entonces ha dado la hora a los parisinos aunque, a lo largo de su dilatada historia, ha recibido añadidos y restauraciones. La última, muy profunda, en 2012. En muchos sentidos, este reloj refleja bien la historia de la ciudad y de Francia en sí misma. Está ricamente adornado con dorados y con flores de lis, uno de los símbolos de los Borbones. Por lo tanto, si te encuentras en el Boulevar du Palais, no dudes en dedicarle al menos 5 minutos a contemplarlo.
Descubrir la París subterránea
Una auténtica ciudad bajo la ciudad. Se trata de hecho de unos 300 km de túneles, cuevas, catacumbas, galerias y pasadizos escondidos bajo la superficie de la capital francesa. Para vivir una experiencia aún más especial, te recomendamos que vayas al barrio de Les Halles (14º arrondissement), donde está la entrada oficial de las espectaculares catacumbas de París.
Fotografiar a los que fotografían la Gioconda…
No te lo sugerimos porque seamos unos entusiastas de la meta-fotografía (aunque, ¿por qué no?); básicamente lo decimos porque deberás ser realmente alto para que tu cámara o móvil pueda abrirse paso entre el tupido bosque de brazos que pugnan por tomar la mejor instantánea del inmortal óleo de Da Vinci. Pese a esto, el Louvre es un must de todo aquel que visita a París, especialmente si te interesa el (mejor) arte. Y no desesperes, hay otros cuadros igual de buenos, incluso del propio Da Vinci, que esperan tu visita sin aglomeraciones.
…o dejarse fotografiar en el Studio Harcourt
El estudio fotográfico Harcourt es otro espacio para mitómanos. Fundado por Cosette Harcourt en 1934 muy rápido se convirtió en uno de los lugares más conocidos y frecuentados por la élite cultural parisina. Artistas, escritores, pintores, cantantes, deportistas, actores se han dejado inmortalizar en este estudio. La nómina de los que han pasado por él es impresionante: Dalí, Marlene Dietrich, Brigitte Bardot, Picasso, John Galliano, Zidane fueron sólo algunos de sus ilustres visitantes. Si eres un amante de la fotografía y un mitómano empedernido, te aconsejamos que lo visites. El Studio Harcourt ofrece visitas guiadas de 10 de la mañana a 6 de la tarde.
Descubrir la calle más pequeña de París
Y ya que estamos descubriendo el urbanismo más insólito de París, ¿por qué no irnos a la calle más pequeña de la ciudad? Se trata de la rue des Degrés. Una pequeña calle de algo más de 5 metros de largo por 3 de ancho que, por si fuera poco, además es, en sí, una escalera de 14 pasones. Si te gustan las curiosidades, vale la pena que la visites, sobre todo porque hoy está adornada con colores llamativos y arte callejero. Aunque también tiene mucha historia, pues fue allí donde se produjo el intento (frustrado) de evacuar a Luis XVI de París en plena Revolución Francesa.
Las curiosidades del Puente del Alma
El puente del Alma fue construido en referencia a la batalla de Alma, en el contexto de la Guerra de Crimea, en el siglo XIX. Se trata de un puente que contiene multitud de curiosidades que vale la pena explorar. Por un lado, tenemos la escultura del Zuavo, el nombre que recibían los soldados de origen argelino que integraban el ejército francés. Esta escultura, ubicada a los “pies” del puente, sirve para medir la crecida del Sena. Cuentan que, para alivio de los parisinos, jamás su cabeza ha sido totalmente sumergida. Cerca del puente, en el conocido como túnel del Puente del Alma se encuentra una reproducción a escala real de la llama de la Estatua de la Libertad de Nueva York. Como sabes, esta escultura fue regalada por los propios franceses al país americano. Y, si quieres un poco de salseo, es en este túnel donde aconteció el fatal accidente de coche de Diana de Gales. ¡Cuántas cosas en un sólo puente!
Las tiendas de cómics de París
En los países francófonos los tebeos tienen una gran tradición y son tratados con el respeto y la consideración que se merecen. Esta gran tradición del cómic francés hace de París la capital francesa de la bande dessinée. De entre las muchas tiendas especializadas que encontrarás, nosotros te recomendamos 3: Boulinier (Boulevar Saint-Michel 20), Gibert Jeune (Place Saint-Michel 5) y Opéra BD (rue de Tournelles 2).
Visitar el Museo Picasso
El genio de la pintura vivió prácticamente toda su vida en Francia y muchísimos años en París. Esta es la razón por la que el Museo Picasso de París es el mejor nutrido de todos los museos dedicados al pintor malagueño de todo el mundo. El museo se ubica en un elegante edificio del siglo XVII en el barrio de Le Maráis. En él podrás contemplar hasta 200 pinturas y 150 esculturas. Algunas de estas obras no son de Picasso sino de los numerosos artistas cuyas pinturas él coleccionó. Es, en suma, un gran plan cultural si visitas la capital francesa. Eso sí, no olvides que la entrada cuesta en torno a los 14 €.
Cena musical en la Flèche d’Or
Si te apetece cenar fuera y pasar la noche bailando con música en directo, nada mejor que la Flèche d’Or (rue de Bagnolet 102 bis). Situada en la antigua estación de Charonne, este café / sala de conciertos sirve comidas en un ambiente animado por Djs y conciertos en vivo de los mejores grupos de la escena musical parisina.
Dar rienda suelta a tu mitomanía en el cementerio Père Lachaise
Aunque pueda parecer de primeras un plan cuanto menos extravagante (por no decir tétrico), lo cierto es que el cementerio de Pére Lachaise es uno de los lugares de parís más visitados por los turistas después de la Torre Eiffel, el Louvre y Notre Dame. Un hecho que da cuenta de la gran cantidad de mitómanos que hay por el mundo, pero también de las grandes personalidades que se encuentran enterradas en este célebre cementerio.
Sólo una breve lista de sus ilustres huéspedes: Oscar Wilde, Jim Morrison, Chopin, Yves Montand, Édith Piaf, Cyrano de Bergerac y muchos otros reposan en su recinto. Además, si te gusta el arte, también obtendrás tu recompensa: Père Lachaise está repleto de grandes obras de arte funerario.
Las arenas de Lutecia
Todo un viaje a los orígenes de la ciudad, puesto que es el vestigio de la París romana. Un espacio, construido en el siglo I, que albergó en su día un anfiteatro, como bien indica su nombre. Se cuenta que contaba con una capacidad para más de 12.000 personas. Afortunadamente, se salvó de la destrucción en la gran remodelación denimonónica de París, por lo que hoy es un lugar perfecto para relajarse entre árboles y zonas verdes. La encontrarás en el V distrito y son muy recomendables si viajas en familia porque los niños tendrán un lugar donde correr y jugar.
Sumergirse en Shakespeare & Co.
Si te gusta la literatura, Shakespeare & Co. es, sin duda, una visita obligada. Se ubica en el número 37 de la Rue de la Bûcherie y pasarse por ella supone adentrarse no sólo en un mar de libros sino en uno de los espacios literarios más importantes del siglo pasado. Y no es una exageración. En un principio especializada en literatura anglosajona, fue especialmente durante la gestión de Sylvia Beach cuando adquirió el aura mítica que la acompaña hasta hoy (a pesar de los cambios de dueño y de dirección). Y es que por ella se pasearon personajes de la talla de Hemingway, Ezra Pound y James Joyce. Pero eso no fue todo: la primera publicación del mítico Ulises de Joyce fue realizada precisamente por Sylvia Beach. En suma, que si te apasiona la lectura, y especialmente la literatura anglosajona, este es uno de tus templos mundiales.
Volar a París: información práctica
París: lo esencial
- Moneda: La moneda de Francia es el euro.
- Huso horario: La misma hora que en la Península y Baleares y una hora más que en Islas Canarias.
- Clima: Clima continental con veranos cálidos e inviernos fríos con abundancia de precipitaciones.
¿Qué aerolíneas vuelan a París?
París es una de las ciudades más visitadas del mundo, por lo que no te faltarán opciones para volar a ella. Además, muchas low cost ofrecen vuelos, por lo que no te será excesivamente complicado encontrar vuelos baratos a París. Podrás elegir entre la oferta de aerolíneas regulares como Iberia y Lufthansa y también aerolíneas low cost como Ryanair y Vueling.
¿Cuál es la mejor temporada para volar a París?
Los atractivos turísticos de París son tan amplios y variados que no tienen temporada. Aunque, como en todo, dependerá de tu plan. Si lo que quieres es disfrutar de sus museos, cualquier época del año es buena para hacerlo. Sin embargo, si lo que te atrae es pasear por sus calles y conocer sus rincones más emblemáticos, lo más aconsejable es llevarlo a cabo en primavera o verano. El invierno parisino es extraordinariamente lluvioso, por lo que este factor podría dificultar que tu experiencia turística fuera la más óptima.
¿Cómo moverse por París?
París, dada su extensión, es una ciudad en la que muy probablemente en algún momento necesitarás usar el transporte público. No hay ningún problema con ello porque París cuenta con una nutrida red de transporte público, que incluye metro, tranvía y RER, un tipo de transporte a caballo entre el tren regional y el metro (algo así como un Cercanías a la francesa).
El transporte público de París utiliza los mismos billetes. El ticket sencillo cuesta 1,90 € y el de 10 viajes 14,90 €. Los tickets no funcionan por viaje sino por tiempo. De este modo un billete te permitirá la movilidad en transporte público durante dos horas en metro o RER; y en autobús y tranvía durante una hora y media. En ambos casos no hay límite de transbordos.
Un consejo: si tienes claro que visitarás localidades fuera de París, como Versalles o Disneyland, tu opción es el RER.
Me encanta conocer y saber acerca de Francia y sus Alrededores por cierto es totalmente hermoso.
Es muy grato conocer aprender viajar, sueños por cumplir ojalá, gracias por la información.