Tolkien ha pasado a la historia de la literatura como un sinónimo de fantasía total. Pocas veces un sólo hombre ha conseguido recrear la complejidad con la que diferentes culturas durante siglos han moldeado sus sagas, leyendas, dinastías y mundos. Sin embargo, el mundo de fantasía de Tolkien tiene un arraigo muy fuerte en la realidad. Las lenguas se inspiran mucho en los lenguajes nórdicos, las sagas en las civilizaciones históricas, los dioses en las diferentes mitologías de la humanidad y los paisajes… en algunos de los lugares que Tolkien conoció en vida. A continuación te mostramos los sitios reales que dieron forma a la imaginación del inmortal autor británico.
Y, si quieres saber más sobre viajes literarios, aquí te dejamos nuestro artículo sobre las rutas literarias más interesantes del mundo y las mejores rutas literarias de España. Aunque también puedes explorar localidades inglesas llenas de encanto impregnadas de significado literario si echas un vistazo a nuestro artículo sobre las ciudades de Inglaterra más bonitas. O seguir explorando las conexiones entre la fantasía y el mundo real con el artículo sobre los lugares que inspiraron a Disney sus películas más recordadas.
Warwickshire o cualquier lugar de la campiña inglesa (Inglaterra)
Aunque Tolkien nació en Sudáfrica, antigua colonia británica, vivió parte de su juventud en plena campiña inglesa, concretamente en Warwickshire. Nos consta que Tolkien adoraba la vida sencilla y campestre, rodeado de verdes paisajes y las costumbres de sus gentes sencillas. Es por ello que su descripción de La Comarca de los Hobbits recuerda tanto a los apacibles pastos de la campiña inglesa. Si quieres saber más sobre estos apasionantes parajes, te aconsejamos nuestro artículo sobre qué ver y hacer en la campiña inglesa.
Casas de turba (Islandia)
Sobre la inspiración que pudo tener Tolkien para idear las curiosas casitas de Hobbiton hay varias teorías. Se piensa que están inspiradas en Lydney Park, en Lydney, lugar donde podemos esncontrar interesantes restos romanos. Sin embargo, también parecen inspiradas en estas casas tradicionales islandesas llamadas casas de turba. Fueron construidas en el siglo XIX y recubiertas de turba para evitar las filtraciones de lluvia y proteger el interior del frío. Una teoría también plausible dado que Tolkien, como experto lingüista y apasionado de las sagas medievales, visitó Islandia y conocía su cultura más que bien.
Valle de Lauterbrunnen (Suiza)
Rivendel es uno de los lugares donde habitan los elfos, una raza más refinada y elevada que los hombres. En el mundo de Tolkien, de hecho, son inmortales a menos que les maten o mueran de pena. En El Señor de los Anillos Tolkien nos describe el idílico lugar de Rivendel, que parece ser que fue inspirado por su contemplación del Valle de Lauterbrunnen en Suiza. Ubicado en el cantón de Berna, en los Alpes suizos, es fácil entender por qué Tolkien se inspiró en él: grandes extensiones de verde y cascadas definen este paraje de ensueño. Por cierto que no fue Tolkien el único en inspirarse por este valle: aquí el inmortal Goethe concibió su famoso Canto de los espíritus sobre las aguas. Casi nada.
Midlands (Inglaterra)
Recordemos que en el Reino de Rohan vivían una casta de Hombres especialmente hábiles en la cría y monta de caballos. Tal vez por ello, Tolkien se basó para ambientar las hazañas de estos jinetes en las Midlands, las tierras que, como indica su propio nombre, se ubican en la parte media de Inglaterra. Lugares definidos por sus extensos pastos y un omnipresente color verde.
Moseley Bog (Inglaterra)
En las turberas de Moseley Bog, a 5 km de Birmingham, vivió Tolkien de pequeño algunas temporadas. Es por ello que muchos estudiosos de sus obras piensan que los bosques que tanto aparecen en sus novelas, sin ir más lejos el bosque por donde campa a sus anchas Tom Bombadil, pudieron haber sido inspirados por estas vivencias infantiles.
Constantinopla, actual Estambul, o tal vez Rávena
Como ya saben los seguidores de Tolkien, existen dos Minas Tirith, la ciudad fundada en la Primera Edad y la ciudad reconstruida en la Tercera Edad, que hacía las veces de capital del Reino de Gondor. Tolkien era un gran conocedor de la Historia y, según las descripciones que nos hace de la ciudad, es posible que se basara en la ciudad bizantina de Constantinopla, actual Estambul. Una idea que se refuerza con el hecho de que fue Gondor, tras la destrucción de Numenor a causa de Sauron, la que tomó su relevo. Lo mismo que Constantinopla con el Imperio Romano. Otros estudiosos afirman que esta ciudad pudo haberse basado en la ciudad italiana de Rávena, aunque, teniendo en cuenta que esta localidad muestra una fuerte influencia bizantina, la diferencia no es tanta.
Islandia o, tal vez, los campos arrasados de Somme
Otro aspecto de la inspiración de Tolkien que está abierto a discusión. Algunos piensan que Tolkien pudo basarse en su concepción de Mordor en los paisajes desolados de algunas partes de Islandia. Las habituales formaciones angulosas de basalto y los géiseres humeantes pueden llegar a conformar paisajes tan tenebrosos como bellos. Sin embargo, otros estudiosos opinan que de donde Tolkien sacó la imaginería para describir Mordor fue de la Primera Guerra Mundial. Concretamente de los campos devastados de Somme, en Francia, escenario de una de las batallas más brutales de la Primera Guerra Mundial. ¡No olvidemos que Tolkien participó en la contienda!
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