Tanto si estás de paso por Bretaña como si buscas un destino para su próximo fin de semana en Francia, Bretaña es una región que has de colocar en la lista. Sobre todo porque es una de las regiones con más carácter de toda Francia. Acompáñanos en nuestro viaje por Rennes, una de las ciudades históricas más importantes de esta región rodeada de leyenda. Si quieres conocerla más a fondo, entonces no te pierdas los pueblos más bonitos de Bretaña y lo que ver y hacer en la Bretaña Francesa. Y, si te apetece otra visita a una ciudad interesante, aquí tienes nuestro artículo sobre qué ver y hacer en Brest, el alma marítima y atlántica de la región.
1. El centro histórico de Rennes
¿Qué mejor manera de comenzar su visita que explorando el centro de la ciudad? La gran mayoría de las ciudades francesas tienen un centro urbano agradable, que combina la modernidad y los edificios históricos. Rennes no es una excepción. Entre las calles empedradas de su encantador casco histórico te recomendamos: las calles del Chapitre, la Palette y Saint-Sauveur. Paseando por ellas podrás disfrutar del particular estilo tradicional de las casitas de Rennes; todas con entramado de madera y fachadas coloridas. No dudes en detenerte en un café o panadería para probar algunos de los pasteles locales.
2. La catedral de San Pedro en Rennes
Completamente renovada a principios de 2010, la catedral tiene una arquitectura exterior bastante clásica, con dos torres de granito de 48 metros de altura. La apariencia se ha mantenido igual desde 1830, a pesar de las numerosas renovaciones.
Sin embargo, te recomendamos que entres en su interior para contemplar la bóveda central decorada en oro, el coro en losas de granito y las magníficas vidrieras. Un lujo interior que se justifica por el papel tan significado que tuvo hace siglos: nada más y nada menos que la sede de ratificación de los duques de Bretaña.
3. La capilla de Saint-Yves
No es casualidad que la oficina de turismo recomiende una visita a esta capilla antes que a la Catedral. El hecho de que durante un período la oficina de turismo estuviera ubicada allí puede tener algo que ver. Nostalgia, cuando nos tienes. ? Bromas aparte, la visita merece la pena, sobre todo gracias a las muchas esculturas que encontrarás tanto en el interior como en el exterior. Hay que hacer una mención especial a los animales que empujan la lengua, que divertirán a sus hijos si viajan con ellos.
4. Plaza de la República
Este es un lugar que no se menciona a menudo en la lista de cosas que hay que hacer en Rennes. De hecho, es principalmente un centro neurálgico, con muchas líneas de autobús y un tráfico bastante denso. En este caso, ¿por qué incluirlo? Simplemente porque podrás ver el Palais du Commerce, un edificio tan imponente como impresionante.
5. Las Puertas Mordelaises
Los Portes Mordelaises sirvieron antaño como puerta de entrada (a través de un sistema de doble puente levadizo) y sistema de defensa. Es el único vestigio visible de las murallas de Rennes. Este edificio también se llama la Puerta Real, porque las Duquesas y Duques de Bretaña debían realizar un juramento bajo esta puerta antes de ser entronizados en la catedral.
6. La Casa de la Ópera
Una ópera que puede sorprender por su tamaño si se conocen otras ciudades francesas: es el edificio de Ópera más pequeño del país. Su historia, sin embargo, es fascinante: sobre todo porque fue reconstruida a medidados del siglo XIX a raíz de un incendio. Y se hizo respetando el estilo original; fue, en este sentido, una reconstrucción idéntica. Si tienes tiempo y quieres saber más sobre su historia o, simplemente, quieres ver su interior, no dudes en hacer una visita guiada.
7. El mercado de la Plaza de los Piojos
¿Qué mejor manera de descubrir las especialidades locales que un mercado? Descubre uno de los mercados más grandes de Francia en una plaza que una vez fue sede de torneos de caballeros. Si te apasiona la Edad Media y tienes la suerte de estar en Rennes un sábado, has de visitarla sí o sí.
8. El ayuntamiento de Rennes
Situado frente al Teatro de la Ópera, el Ayuntamiento está dominado por una torre que conecta tres edificios. También puedes explorar el cercano Panteón de Rennes, que alberga numerosas placas de mármol con los nombres de todos los oriundos de la ciudad caídos por Francia. Durante las festividades navideñas, además, se puede ver un espectáculo de luz y sonido de cuento todas las noches en la fachada del Ayuntamiento.
9. Parque Tabor
Durante tu visita a Rennes, llegará un momento en que necesites hacer un alto en el camino. ¿Por qué no aprovechar la oportunidad, entonces, de hacerlo en un lugar verde? El Parque Tabor, también llamado por los lugareños el Parque Central de Rennes, será el lugar perfecto. Descubrirás jardines franceses e ingleses, una cueva, cascadas, un jardín de rosas y mucho más. Un verdadero paraíso verde en el corazón de Rennes. No hace falta decir que en verano el parque es aún más magnífico que el resto del año.
10. Les Champs Libres
Para los amantes de la cultura, Les Champs Libres son simplemente el centro artístico de la ciudad. Y es que allí podrás visitar el Museo de Bretaña que te hará descubrir la historia de la región a través de las diferentes épocas. Si no eres tan de letras, siepre podrás explorar el Espacio Ciencia con sus exposiciones sobre la biodiversidad y los fenómenos científicos. Aunque si lo tuyo es la bibliofilia, ¿qué mejor que darse un salto a la Biblioteca de la Metrópoli?
¿No eres fan de esas visitas culturales? No importa, la arquitectura vale por sí misma el desvío y puedes tener una preciosa vista de ella desde las fachadas de vidrio del edificio.
11. El parlamento de Bretaña
El Parlamento de Bretaña perdió su papel después de la Revolución Francesa, pero no fue destruido porque se convirtió en un juzgado, función que sigue manteniendo actualente (aunque para ser exactos es el Tribunal de Apelación de Bretaña).
Detalle histórico: aunque consiguió librarse del incendio de Rennes en 1720, se quemó en 1994. Sin embargo, ha sido restaurado e incluso es posible visitar el interior, algo que no es habitual en dependencias destinadas a funciones judiciales del estado.
12. El Museo de Bellas Artes
Otra de las visitas obligatorias para los amantes de la cultura: el Museo de Bellas Artes de la ciudad de Rennes. Allí podrás contemplar muchas pinturas y esculturas de grandes artistas de todas las épocas, incluyendo algunas obras de Rembrandt y Leonardo da Vinci. La fachada exterior, a diferencia de la mayoría de edificios de la ciudad, no ofrece gran interés, por lo que sólo te recomendamos desviarte si de verdad tienes intención de ver su colección.
13. Los muelles de la villa
Como la gran mayoría de las ciudades francesas, Rennes está atravesada por un río. Una circunstancia que te permitirá aprovechar los agradables muelles perfectamente equipados para hacer un picnic, caminar o simplemente descansar. Asimismo, los más deportistas podrán alquilar una bicicleta y visitar los alrededores de la capital bretona para descubrir, entre otras cosas, sus famosos molinos.
14. El pueblo de los helechos
Es cierto que estamos un poco lejos de Rennes, pero este pueblo medieval merece la pena por sus callejones pintorescos y su impresionante castillo. Si puedes extender tu estancia para hacer una parada allí, ¡ve a por ello!
15. La atmósfera estudiantil
Rennes es una ciudad estudiantil y eso se refleja en cada esquina. ¡Pero sobre todo en cada bar y en cada club!. Si quieres tomar una copa o salir de fiesta durante tu visita, no tendrás problemas para encontrar lo que buscas. Uno de los lugares más populares para ir es la rue Saint-Michel, más conocida como Rue de la Soif.
Visite Rennes : Ficha práctica
¿Cómo llegar a Rennes?
A pesar de que Rennes es una ciudad muy visitada y turística, puede ocurrir que desde el aeropuerto de la ciudad española en la que te encuentres no tenga vuelos directos. No pasa nada, existe una amplia oferta para volar directamente a Nantes, la ciudad más populosa de la región. Reservando unos vuelos baratos a Nantes podrás llegar a Rennes en poco más de una hora y cuarto en coche.
¿Cuándo es el mejor momento para ir a Rennes?
Vayamos directamente al tema que nos molesta: ¡la lluvia! Si no la soportas, entonces evita visitar Rennes entre octubre y febrero, porque llueve cada dos días por término medio.
Podrás visitar la ciudad el resto del año sin ningún problema porque las lluvias son menos frecuentes y las temperaturas son más agradables. Sin embargo, si tienes pensado reservar tus vuelos baratos a Rennes en verano, considera que en esta época del año muchos viajeros nacionales veranean en Bretaña y visitan la capital.
¿Dónde dormir en Rennes?
Rennes es una ciudad de tamaño medio (unos 200.000 habitantes), por lo que no tendrás ningún problema para visitar la ciudad, independientemente de la zona en la que te encuentres. Sin embargo, te recomendamos que valores las siguientes áreas:
- El centro de la ciudad: la opción más céntrica pero también la más cara para encontrar un hotel en Rennes. Estará a pocos pasos de la Rue de la Soif si quieres ir de fiesta y al lado de las principales atracciones turísticas de esta guía.
- Barrio de Saint-Hélier: estarás a unos pasos del centro de la ciudad.
- El distrito de Oberthur: situado entre el parque de Oberthur y el parque Tabor, este distrito familiar te conviene si buscas una opción cerca de las zonas verdes.
¿Cómo moverse por Rennes?
Si sólo deseas visitar el centro de la ciudad de Rennes, puedes optar por hacerlo a pie, de modo que puedas pasear por donde quieras sin ninguna limitación. Si necesitas tomar el transporte público, debes saber que el billete sencillo cuesta 1,5 euros y te permitirá utilizar la red de autobuses y metro durante una hora.
Para los que aman ir en bicicleta, es posible alquilar una en una tienda o usar el servicio de bicicletas de autoservicio que ofrece STAR, la autoridad de transporte. La tarjeta de corto plazo (24h) cuesta 2 euros + 0,5 euros por hora de uso. Una solución ideal si no quieres alejarte mucho del centro.
¿Cómo se alquila un coche en Rennes?
Rara vez en el Magazine del Viajero recomendamos el alquiler de un coche si sólo se quiere visitar una ciudad. Rennes, en este sentido, no es una excepción. Aunque si quieres ampliar horizontes y conocer sus encantadores alrededores (como, por ejemplo, el Mont Saint Michel), la opción más cómoda es recurrir a un alquiler de coches en Rennes.
Para aparcar el coche, presta mucha atención a los letreros, especialmente en el centro de la ciudad, donde desde hace varios años se aplica una política de restricción del uso del coche.