Con el verano a la vuelta de la esquina, es hora de empezar a pensar dónde ir de vacaciones. No muy cerca de España, pero decididamente alejado de los circuitos turísticos, se encuentra Montenegro, el destino que nos proponemos descubrirte. Situado entre el mar y la montaña, este pequeño país sigue siendo un destino poco frecuentado. Sin embargo, cuenta con multitud de puntos de interés, tanto para excursionistas en ciernes como para amantes de la historia y la cultura. Acompáñanos a planear su próxima escapada. Y, para seguir descubriendo los Balcanes, aquí te dejamos nuestros artículos sobre qué ver y hacer en Belgrado y qué ver y hacer en Croacia.
¿Cómo llegar a Montenegro?
Algunos viajeros que disponen de dos meses de vacaciones en verano deciden conducir hasta allí como parte de un viaje por carretera a través de Europa. Pero para recorrer los 2.80 kilómetros que separan España de Montenegro hay que prever tiempo y combustible. Así que lo más fácil es volar. Así que si reservas con antelación tu billete de avión a Podgorica podrás beneficiarte de las mejores tarifas y cambie las casi 30 horas de coche por sólo 3 horas de avión.
Primera parada: la bahía de Kotor
Es imposible hablar de Montenegro sin recomendar uno o dos días en la bahía de Kotor. Bordeado de montañas, el fiordo más bello del país, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, revela un pueblo rodeado de murallas venecianas. Piérdete por sus callejuelas y maravíllate con sus museos, palacios, plazas sombreadas e iglesias.
Puedes también planear una excursión en barco de medio día para ver toda la extensión de la bahía. También podrás visitar las islas de Notre-Dame des Rochers y Saint-Georges, con sus pequeñas iglesias.
Al final del día, te aconsejamos subir a las alturas del casco antiguo o al pueblo de Perast para disfrutar de una vista impresionante de toda la bahía.
Senderismo entre montañas y parques nacionales
Tras esta primera escala cultural, ¡es hora de adentrarse en el interior! Nada más abandonar la costa, los paisajes empiezan a tomar un aspecto más agreste. A pesar de su pequeño tamaño, Montenegro cuenta con nada menos que cinco parques nacionales. El mayor de todos ellos, el Parque Nacional de Durmitor, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, atrae a excursionistas de toda Europa. Aquí se puede caminar a más de 2.000 metros de altura en busca de águilas, lobos y osos. También es imprescindible hacer una parada en el Cañón de Tara, para descubrir las gargantas más profundas de Europa.
El Parque Nacional del Lago Skadar ofrece un cambio total de paisaje. Desde escarpadas montañas hasta el lago más grande de los Balcanes, entre islotes poblados por monasterios e interminables marismas… ¡El lugar perfecto para practicar kayak y observar pelícanos, garzas, cormoranes y otras aves poco comunes!
El Parque Nacional de Biogradska Gora es una zona poco conocida, que alberga uno de los últimos bosques primarios que quedan en Europa. Apenas hay turistas, y se encuentra en el corazón de una de las regiones más salvajes del país.
Un descanso en la costa adriática
Y para rematar el viaje por todo lo alto, ¡dirígete a la costa! Primera etapa: Budva, la Saint-Tropez de los Balcanes. Bordeada de largas playas de arena, su casco antiguo merece un paseo o dos. Después puedes dirigirte a la kilométrica playa de Bečići, ideal para familias que buscan un poco de relax. Más al oeste y más tranquilas, las calas de Mogren y Jaz solo son accesibles a pie o en barco. ¡El lugar perfecto para practicar snorkel!
Más auténtica aún es Ulcinj, en el extremo sur del país, donde se encuentra la playa de Velika Plaza, ¡una de las más largas de Europa!
Y donde hay relax, ¡también hay actividad al aire libre! Y la costa está llena de todo tipo de deportes y excursiones. Además de nadar, podrás practicar kayak, submarinismo y otros deportes acuáticos, sin olvidar degustar la gastronomía montenegrina: burek, prsut y quesos locales…
Nuestros consejos para unas buenas vacaciones de verano
Puede que Montenegro esté protegido del turismo de masas, pero hay varios vuelos directos desde Madrid cada semana, eso sí, la mayoría con escala. El mejor tiempo y el más caluroso en Montenegro es en julio y agosto.
En cuanto al alojamiento, puedes elegir entre hoteles con encanto, pisos de alquiler, hoteles de lujo con spa y piscina, y pensiones familiares. Todo depende de tu presupuesto.
Y para desplazarte, nada mejor que un coche de alquiler. Aunque el país cuenta con una red de autobuses que unen ciudades medianas y grandes, no podrás llegar a las calas y lugares poco conocidos. Y sería una pena perdérselos.