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El Magazine del Viajero
  •   7 min lectura

¿Planeando un viaje solo? Te descubrimos qué ver en Sevilla, una ciudad perfecta para disfrutar a nuestro aire.

De vez en cuando todos buscamos un viaje de desconexión de todo y de todos. Coger el petate y lanzarnos por nuestra cuenta a descubrir mundo. Entre los destinos favoritos de los que viajan solos se encuentra Sevilla. Una ciudad que, a pesar de su imagen bulliciosa y popular, alberga tesoros que se disfrutan muy bien desde la actitud contemplativa y reflexiva que proporciona el estar acompañado de uno mismo. ¡Olé tú! Aunque si buscas una guía más “convencional”, siempre puedes echar mano a los basics de lo que ver y hacer en Sevilla.

Tomarse una copa frente a la Giralda

¿Puede haber algo mejor? Sevilla, como muchas ciudades, posee una apreciable cantidad de rooftops y terrazas en las que poder relajarse mientras se toma algo y se disfruta de las vistas. Algo especialmente agradable en Sevilla, puesto que se trata de una ciudad de grandes y hermosas panorámicas. Te recomendamos especialmente la terraza del Hotel Doña María, desde la cual podrás tener a pocos metros de ti la elegancia y belleza de La Giralda.

Vibrar con flamenco en vivo (y gratis)

Visitar Sevilla sin asistir a un espectáculo de flamenco es casi como ir a París y no visitar la Torre Eiffel. Lo que ocurre es que los espectáculos de flamenco no suelen ser muy económicos. Con todo, estás de suerte: en Sevilla hay lugares donde asistir a estos espectáculos totalmente gratis. Te aconsejo, por tradición y por ambiente, La Carbonería. Se ubica en el centro de la ciudad (Calle Céspedes 21) y alberga espectáculos de flamenco casi cada día a partir de las 8. El ambientazo que allí se respira es de lo más auténtico, dado que no encontrarás espectáculos muy guiris. No es, sin embargo, el único sitio de estas características. En este artículo te mostramos los lugares para escuchar flamenco gratis en Sevilla.

Bailarina de flamenco

Seguir los pasos de Don Juan

Sevilla a voces me llama el burlador

Y el mayor gusto que en mí puede haber

Es burlar una mujer y dejarla sin honor

Puesto que no está de más una visita cultural, te recomendamos que te dejes caer por la Iglesia y el Hospital de la Caridad. Un lugar que, pese a su significado religioso, tiene mucho que ver con el mito de Don Juan. Cuentan que la figura en la que se inspiró Tirso de Molina para escribir El burlador de Sevilla fue la de Miguel de Mañara, renovador de esta institución religiosa. Según cuenta la leyenda, Mañara fue un crápula que pasó muchos años de conquista en conquista hasta que le asaltó el remordimiento y abrazó la fe cristiana con auténtico fervor. A consecuencia de esta conversión, Mañara impulsó la construcción del Hospital de la Caridad, un espacio de un valor artístico incalculable.

Ahí podrás contemplar dos de los lienzos más tétricos y siniestros de la historia de la pintura: los conocidos como Jeroglíficos de las postrimerías de Valdés Leal, uno de los pintores más destacados del Barroco español. La simbología de estas pinturas es muy compleja pero enfatiza una evidente idea principal: la banalidad del mundo y la fugacidad de los placeres. Algo que, lejos de disuadirnos de nuestra aventura en solitario en Sevilla, puede animarnos a disfrutar todo lo posible mientras podamos.

Una visita al Archivo de Indias

Sevilla ostentó hasta el siglo XVIII el monopolio del comercio con América sobre todo gracias a la Casa de Contratación. Una vez liberalizado este comercio en este siglo, Sevilla inició un relativo declive. Muestra de este cambio lo constituye el Archivo de Indias, creado en 1785, para almacenar decenas de miles de documentos relacionados con la conquista y administración de América. De forma elocuente se ubicó este archivo en el antiguo edificio que funcionaba como Lonja (aunque se le hichieron algunas modificaciones). En fin, que si te gusta la Historia es un lugar que has de visitar sí o sí. Además, se puede visitar gratis de martes a sábados entre 09:30 y 16:45 horas y los domingos entre las 10:00 y las 14:00 horas.

Archivo de Indias, en Sevilla

Visitar el Alcázar de noche

Toda persona que viaja sola aprecia el tener un momento de introspección. Es por eso que, si deseas tener tu pequeño momento de introversión te recomendamos que te dejes rodear del mejor escenario: el Alcázar de noche. Pasear a lo largo de su recinto y disfrutar de la quietud de la noche sólo quebrada por el suave rumor de las fuentes es algo que no puedes perderte.

Hacerte una foto en la Plaza de España

Es difícil resistirse a hacernos una foto en el banco de cerámica dedicado a cada una de las regiones españolas en la Plaza de España. Ya, ya sabemos que estás solo y que tal vez sea dificultoso hacerse un selfie. Pero podría ser una buena ocasión para pedirle a alguien que te haga una foto: tal vez sea el inicio de una agradable conversación.

Spain Square (Plaza de Espana). Seville, Spain.

Relajarse en los Baños Árabes

Sevilla tiene varios baños termales de ambientación árabe que son perfectos para relajarse tomando un baño, recibiendo un masaje y estando en un entorno agradable. Un buen plan para, aprovechando que estamos solos, dejarse llevar por el hedonismo todo el tiempo que deseemos.

Probar las croquetas de Casa Ricardo

También conocido como “antigua casa Ovidio”, allí podrás comer unas sabrosas croquetas rodeado de un ambiente de lo más sevillano. Rodeado de imágenes de la Virgen y de las procesiones de Semana Santa. Costumbrismo en estado puro.

Asistir a una función en el Lope de Vega

Si eres un aficionado a la escena y puesto que viajas solo no es necesario arrastrar a nadie a que te acompañe, qué mejor que pasar un rato agradable en el Teatro Lope de Vega. Un lugar que ya sólo por su estética decimonónica vale la pena visitar. Pero, además, es un teatro con una oferta de calidad. Lo mejor es que puede disfrutarse por buenos precios, dado que los descuentos para jóvenes pueden alcanzar el 15%.

Tomarse algo en Triana

No podemos irnos de Sevilla sin dejarnos caer por Triana, un barrio con tanta personalidad que podría decirse que es una segunda ciudad (eso lo tienen clarísimo los trianeros). Te aconsejamos que pasees por esta zona a plena luz del día y disfrutes de su mercado, aunque puede ser también muy recomendable tomarse una copa por la noche. Especialmente si enfilas la ribera del Guadalquivir justo a mano izquierda cuando cruces el Puente de Triana. Se trata de la mítica Calle Betis. En ese lado te saldrán al paso numerosos pubs y bares de copas. Además de tomarte algo y entablar conversación con algún sevillano podrás disfrutar de tu copa con estupendas vistas al otro lado de la ciudad, presidida por la Torre del Oro iluminada.Triana (Sevilla)

Empezar la noche en el Zaratustra

Se trata de un quiosco situado en un lugar inmejorable con vistas al puente de Triana y al Guadalquivir. Es un lugar bien conocido y frecuentado por los sevillanos quienes se dejan caer para tomar una cerveza o una copita después del trabajo o antes de salir de fiesta. Vale la pena que te acerques aunque sólo sea para disfrutar de las vistas. Además, aunque viajes solo, existen apps y webs para encontrar planes que hacer con locales. Así que no te extrañe que os citéis en el mítico Zaratustra.

Irse de bares por La Alfalfa

En cambio, si eres aventurero y prefieres salir a pecho descubierto, sin echar mano de apps y webs de amistad, una ruta por el barrio de La Alfalfa puede ser una gran opción. Se trata de una zona situada en el centro de Sevilla famosa por sus locales y animada vida nocturna. Salir de aventura y a dejar que lo inesperado salga a tu encuentro es una experiencia que vale la pena. Trabar relación con la gente e incluso unirte a algún grupo en su ruta nocturna puede resultar una perspectiva interesante. El célebre gracejo y buen humor de los sevillanos te lo pondrá fácil.

Acaramelarse en la Glorieta de Bécquer

Te lo comentábamos en este artículo: el amor es una posibilidad real en un viaje. De hecho, es una estimulante perspectiva si se viaja solo. Es por ello que, si te sonríe la suerte (y sobre todo esa persona), puede ser una buena idea el dejarse caer por la Glorieta de Bécquer. Un espacio idílico en la que todo parece estar a disposición del instante entre dos amantes. Un lugar perfecto, en definitiva, para dejarse llevar por el otro y, quién sabe, si recitar esos famosos versos del poeta sevillano de quien la plaza toma el nombre:

¡Los suspiros son aire y van al aire!

¡Las lágrimas son agua y van al mar!

Dime, mujer, cuando el amor se olvida

¿sabes tú adónde va?

Ensimismarse con la naturaleza en Doñana

Y siguiendo con el romanticismo, ¿qué tal dejarse seducir por la naturaleza? Muy cerca de Sevilla ciudad se encuentra el Parque Natural de Doñana, un área de riquísima biodiversidad que abarca parte de las provincias de Sevilla, Huelva y Cádiz. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996, se trata de uno de los humedales más importantes de Europa, hábitat de multitud de especies animales y vegetales, de entre las que destaca el lince ibérico. Puedes darte un salto a Doñana y disfrutar de toda su riqueza natural en apenas 46 minutos con un alquiler de coche en Sevilla.

Disfrutar en Carmona

Y ya que estamos en coche, no cuesta nada darse un salto a Carmona, un pueblo situado a 28 km de Sevilla. Es uno de los pueblos más hermosos de la provincia, sobre todo por su patrimonio artístico. Las vistas de Carmona a buen seguro te cautivarán: es uno de los típicos “pueblos blancos” andaluces cuya blancura se quiebra de vez en cuando por la imponente piedra parda de torres, campanarios y cúpulas. En este sentido, vale mucho la pena que visites el Alcázar del Rey don Pedro, de regusto árabe, así como su iglesia de Santa María de la Asunción. Si te seduce la idea, aquí tienes otras recomendaciones sobre los sitios que ver en los alrededores de Sevilla.
El pueblo de Carmona en la provincia de Sevilla

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