El Magazine del Viajero
¿Ya has visitado el Barrio Rojo, pasado tiempo en un coffee shop y visto todos los cuadros de Van Gogh? No te preocupes, la capital holandesa tiene mucho más para ofrecerte, ¡y nosotros te lo mostramos!
Ya te contamos lo más importante para visitar Ámsterdam, y muy probablemente ya las hayas visto todas. Pero, si no quieres privarte de otra visita a la vibrante capital holandesa te proponemos una estupenda Cara B de Ámsterdam: 11 ideas originales y alternativas para seguir disfrutándola. Muchas de ellas, a buen seguro, te convencerán de por qué la capital holandesa está considerada como una de las ciudades más artísticas de Europa.
El Museo de las Gafas
El Brilmuseum o Museo de los anteojos es toda una curiosidad en Ámsterdam, con la ventaja además de que no es muy conocido y por lo tanto no suele estar muy concurrido. El museo tiene dos plantas en las que se expone la pasión de un coleccionista privado de anteojos, que abarca 700 años de historia de optometría. Además, en la planta baja del edificio encontrarás la recreación de una tienda de gafas de 1930, donde podrás comprar gafas antiguas y modernas.
Las playas de Het Twiske
Situado a tan sólo 5 km del centro de Ámsterdam, la reserva natural de Het Twiske es un lugar ideal para disfrutar de los paisajes holandeses sin alejarse mucho de la capital. Tienes kilómetros de caminos y sendas para explorar y admirar los molinos y campos que sirvieron de inspiración para los grandes maestros de la pintura holandesa. Y además, durante el verano, podrás darte un baño en alguna de las playas de Het Twiske, aunque eso sí, tendrás que llegar pronto para poder coger un buen sitio.
Electric Ladyland
Se trata de un museo que te dejará deslumbrado, básicamente porque expone arte fluorescente. Como lo oyes. Este peculiar museo toma su nombre del famoso tercer álbum de The Jimi Hendrix Experience, por lo que, como puedes imaginar, lo que alberga en su interior no puede ser sino psicodélico. Aunque no se trata de un espacio muy grande, desde luego que es único en el mundo, razón por la cual visitarlo ya vale la pena. Además, se ubica en pleno centro, en el Ámsterdam más turístico. Concretamente en una de sus calles tan encantadoras como de nombre impronunciable: Tweede Leliedwarsstraat.
Jordaan
Para estar en pleno centro, son realmente pocos los turistas que se adentran en este moderno barrio. Es cierto que hace un tiempo estaba degradado, pero hoy en día es un lugar de moda donde encontrar cientos de pequeñas tiendas, bonitas cafeterías, elegantes restaurantes o interesantes mercadillos. Y durante el verano es un lugar perfecto para cenar al fresco.
Museo del Tulipán
Otro de los pequeños museos de Ámsterdam que no te puedes perder es el Museo del Tulipán de Ámsterdam. Este museo rinde tributo a la flor más famosa del país, recorriendo la historia del cultivo y la comercialización de tulipanes en Holanda desde el siglo XVII. Además, el Museo del Tulipán está situado en el piso de arriba de una pequeña tienda de tulipanes, por lo que podrás comprar bulbos y accesorios de jardín a tu salida. Si eres un enamorado de esta flor has de saber que la ciudad está repleta de ellos a lo largo de sus jardines y avenidas. Así que si lo que quieres es verlos en todo su esplendor, te aconsejamos que reserves tus vuelos baratos a Ámsterdam para volar en abril, la época en la que lucen en el cénit de su belleza.
Laberinto de girasoles
Y siguiendo con las flores, ¿habías oído hablar de su laberinto de girasoles? Se trata de una fascinante idea que surgió a iniciativa del Museo Van Gogh. Con ello querían homenajear uno de los cuadros más famosos del pintor holandés: “Los girasoles”. Y vaya si lo han conseguido: se trata de un intrincado laberinto rematado por más de 125.000 girasoles. Perderte en él es una experiencia muy grata, especialmente si ello sirve de estímulo para visitar el Museo, en donde más de 200 cuadros te esperan.
Nieuwe Kerk
Ámsterdam tiene múltiples secretos escondidos, sólo hay que mirar con atención. Uno de nuestros favoritos se encuentra en la iglesia medieval de Nieuwe Kerk, en su púlpito. Fijándose bien en esta obra de madera, tallada durante 19 años por el artista Albert Vinckenbrinck, encontrarás pequeños y simpáticos angelitos, en la barandilla del púlpito.
La Biblioteca Pública de Ámsterdam (OBA)
¿Te parece una locura recomendar una biblioteca mientras estás de vacaciones? No te asustes, la OBA o Biblioteca Pública de Ámsterdam no tiene sólo libros, tiene también una interesante arquitectura, WiFi gratis, periódicos de todo el mundo… y una estupenda cafetería en el séptimo piso, donde podrás tomarte un delicioso smorgasbord con unas vistas excepcionales de la ciudad.
El Museo Rembrandt
Todos aquellos que desean realizar una parada cultural en su estancia de Ámsterdam piensan siempre en el célebre Rijksmuseum. Un templo para los amantes del arte en donde se pueden contemplar las obras maestras de Rembrandt. Sin embargo, no por menos importante, el Museo Rembrandt reviste de menor interés. Este museo se ubica en la casa que el pintor adquirió en 1639 y en donde pintó obras tan relevantes como su Ronda de noche. El precio de la entrada es de 13 € e incluye una audio guía que te adentrará en los secretos de uno de los artistas más excepcionales de la Historia.
Alquila un Canal Bike
Las Canal Bike (hidropedales) son sin duda la mejor forma para recorrer y disfrutar de los famosos canales de Ámsterdam. Por un precio de unos 8 € te evitarás apelotonarte en un barco turístico, y podrás disfrutar con calma y a tu ritmo de una de las principales atracciones de la capital.
Fiesta de San Nicolás (Sinterklaas)
Si viajas a Ámsterdam a principios de diciembre, vale la pena que te detengas contemplando esta peculiar celebración. El 5 de diciembre se celebra la víspera del Día de San Nicolás. Un personaje que, en la leyenda holandesa, procede de Alicante y llega en barco de vapor acompañado de unos pajes llamados Pedritos. Si los niños fueron buenos durante el año son recompensados con regalos y si han sido malos… San Nicolás se los lleva en una barca a España. Sin duda una celebración que conjuga elementos cristianos con adornos paganos y alguna referencia histórica a la ocupación española de los Países Bajos. Ver su llegada es recomendable. San Nicolás enfila con sus Pedritos los canales a bordo de su barco mientras saluda a los niños y les lanza galletas. Un espectáculo colorido que vale la pena no perderse pues ¡un Papa Noel español no se ve todos los días!
También te podría interesar…
Me gusta su información
Deseo seguir recibiéndola