Descubre el encanto rural de Mallorca.
Sin duda, el principal encanto de esta isla balear son sus playas. Sin embargo, si ya las conoces a fondo, incluso también has visitado las numerosas calas de Mallorca, ahora toca darle una oportunidad a sus pueblos. Y es que Mallorca conserva un encanto rural no tan explotado como su sol y playa. Sin embargo, visitar sus encantadoras localidades puede ser un complemento ideal. ¡Acompáñanos y te mostramos todo! Además, dado que estamos hablando de una isla pequeña, recorrerlos estos pueblos no puede ser más fácil con un alquiler de coches en Mallorca. Y, para conocer a tope la isla, nada mejor que consultar nuestro artículo sobre qué ver y hacer en Mallorca y qué ver y hacer en Palma de Mallorca.
Pollensa
Comenzamos la lista por el que sin duda es uno de los pueblos más idílicos de Mallorca. Se ubica en el exremo noroccidental de la isla, a menos de una hora en coche de Palma de Mallorca. Se trata de una localidad pequeña pero con mucho encanto, debido a sus paisajes y a lo recoleto de sus calles. Destaca su Ermita del Calvario, llamada así, quizá, porque para llegar a ella hay que subir 365 escalones. Ciertamente un esfuerzo que, sin embargo, obtiene sobrada recompensa. Además, Pollensa también cuenta con un hermoso puerto muy frecuentado. Y cómo dejarnos el famoso Cabo de Formentor, una atalaya de roca que se eleva sobre el Mediterráneo ofreciendo vistas irrepetibles. Sin duda, una visita obligada.
Alcúdia
Si te animas a dar un salto a Pollensa, puedes disfrutar de dos localidades por el precio de una. Y es que muy cerca de Pollensa, a apenas 17 minutos en coche, se encuentra Alcudia. Otra localidad portuaria que se abre a la Bahía de Alcudia y que pasa por ser una de los pueblos más bonitos de la isla. A ello contribuye, sin duda, su patrimonio histórico nada desdeñable: nada más y nada menos que la Puerta de Mallorca. Un hermoso monumento medieval con dos imponentes torres. Además, también podrás disfrutar de miradores al mar y de fantásticas playas. De hecho, también es una de las localidades más concurridas, por lo que ten en cuenta este aspecto a la hora de planificar tus tiempos.
Esporlas
Ya hemos tenido nuestra ración de mar, así que cambiemos las apacibles aguas del Mediterráneo por un poco de montaña. Para ello nada mejor que la localidad de Esporlas, ubicada en plena Serra de Tramuntana. Un espacio paisajístico y cultural declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Ahí es nada. Esporlas se trata de una localidad de apenas 5.000 personas alrededor de la cual se despliegan las montañas de la sierra. La integración de este pueblo con la naturaleza es perfecta; incluso sus calles y plazas son de un gran encanto artístico. Y, sobre todo, está repleto de lugares para tomarse algo. ¡El match es perfecto!
Selva
A pesar de su nombre, este pueblo mallorquín es paisaje mediterráneo en estado puro. Se enclava también en la Serra de Tramuntana, a 39 km de Palma y muy cercano a la segunda localidad de Mallorca: Inca. Te recomendamos que simplemente te dejes llevar por el trazado de sus calles. La hermosa arquitectura mallorquina te soprenderá, así como su Iglesia de San Lorenzo. Además, si quieres que la experiencia sea más completa, déjate caer por su Plaza Mayor un miércoles entre las 8 y las 13 horas para asistir al mercado: los colores y sabores de Mallorca te dejarán boquiabierto.
Deià
Probablemente el mejor mactch entre mar y montaña de Mallorca. Situada en plena Sierra de Tramuntana, entre Valldemossa y Sóller, Deià te brindará todo lo que estás buscando. No sólo es una hermosa atalaya de arquitectura tradicional sobre el mar, sino una oportunidad inmejorable para darse un chapuzón. En este sentido te aconsejamos que te des un salto a la Cala Deià. No te dejará indiferente. Y, si lo que te gusta la cultura, has de saber que en este municipio vivió buena parte de su vida el famoso escritor británico Robert Graves, autor, entre otras obras, de Yo Claudio. De hecho en Deià puedes visitar tanto su Casa Museo como su tumba, un auténtico lugar de peregrinación de los amantes de la palabra escrita.
Valldemossa
Posiblemente sea Valldemossa la localidad mallorquina más visitada después de Palma de Mallorca. Y es que razones no faltan, desde luego, dado que aparece a menudo en las listas de los pueblos más bonitos de España. Enclavada en un valle de la sierra, se trata de un pueblo con una característica y encantadora tonalidad dorada que a muchos cautiva. Además, sus calles estrechas, adornadas de flores y repletas de escaleras que no sabemos a dónde nos conducen, serán carne de tus mejores fotos de Instagram. Destaca por su calidad artística la Cartuja de Valldemossa, un antiguo monasterio cartujo reconvertido en el siglo XIX en hospedería. De hecho, allí estuvo alojando durante un tiempo un tal Chopin. Todavía hoy puedes visitar la celda en la que se alojaba, así como algunos enseres personales.
Banyalbufar
La Serra de Tramuntana es uno de los mejores lugares para encontrar el match perfecto entre mar y montaña. Banyalbufar (en árabe, “construcción cerca del mar”) es un estupendo ejemplo de esto. Lo que más destaca de este encantador pueblo son sus terrazas que antiguamente se destinaban al cultivo. Hoy son un lugar perfecto para hermosas fotos del mar. Por lo demás, Banyalbufar es un pueblo para callejear. Sus estrechas calles empedradas y sus encantadoras fachadas tradicionales son una inmersión total en la cultura mallorquina. Y como colofón nada mejor que descender a su cala. Lo podrás hacer enfilando el Camí d’es Molí, un camino de bajada algo pronunciada. ¡Sin embargo vale la pena!
Sóller
Al noroeste de la isla se encuentra esta encantadora localidad de Sóller. Su ubicación y su dinámico puerto propiciaron en el pasado que fuera una de las localidades mallorquinas más abiertas al influjo exterior. Un hecho que tiene su reflejo en el pueblo. Especialmente en su arquitectura. De hecho, puedes admirar su herencia modernista, buena parte de ella diseñada por Joan Rubió, discípulo de Gaudí. Además, su entorno natural es increíble, tanto de mar como de montaña: el valle de Sóller es una de las zonas de Mallorca con más encanto paisajístico. Te aconsejamos que te desplaces a ella mediante el conocido como Tren de Sóller, un tren de principios del siglo XX. Hoy en día se mantiene principalmente como atracción turística. Si bien es cierto que su precio no es precisamente económico, se trata de un viaje repleto de encanto que vale la pena.
Campanet
Traemos a la lista el municipio de Campanet no tanto por su belleza arquitectónica como el fenómeno natural que tiene lugar en su entorno: Ses Fonts Ufanes. Declarado Monumento Natural consiste en el desbordamiento de depósitos subterráneos de agua que, con las lluvias, se desborda y crea un lívido caudal. Puede visitarse accediendo a la finca Gabellí Petit que abre cada día de 10:00 a 17:00 horas. Lo que sí te recomendamos es que vayas a inicios de primavera, cuando aumentan las posibilidades de que se produzca ese desbordamiento. De todos modos, si no se da el caso, tampoco perderás el tiempo: un paseo por su entorno natural es de lo más apacible y relajante.
Fornalutx
Los pueblos de montaña de la Serra de Tramuntana son siempre una garantía de turismo de calidad. No podemos cerrar la lista sin mencionar uno de los más hermosos, Fornalutx. Si te gustan las calles estrechas y empedradas, con escaleras empinadas y fachadas decoradas con tiestos y flores, no puedes verderte una visita a este pueblo. En definitiva, puro pintoresquismo.
Artà
La sierra norte de la isla, la famosa Serra de Tramontana, ha salido mucho a lo largo del artículo. Es, por tanto, ocasión de recordar la sierra sur, denominada Serra de Llevant. Posiblmente uno de los pueblos más emblemáticos de esta zona de la isla sea Artà. Un pueblo que es extraordinario para bucear en la historia de la isla, pues allí encontramos desde la herencia prehistórica hasta el legado musulmán y cristiano. Te aconsejamos que te relajes en su plaza los Conquistadores para luego dirigirte al Santuario de San Salvador, desde el que obtener maravillosas vistas del entorno natural. Una vez lo hayas descubierto, te aconsejamos que te desplaces hasta Ses Païses, un poblado talayótico del 1.100 a.C. La cultura talayótica fue una de las culturas prehistóricas que ha dejado algunos de los monumentos más interesantes de este largo periodo de la cultura humana.
Petra
La zona llana de Mallorca, denominada el Plà, y que abarca buena parte de la isla situada entre las dos sierras al norte y al sur, pasa por ser (injustamente) la parte menos bonita en cuanto a pueblos se refiere. Eso es, sin embargo, falso. Encontramos un puñado de hermosos pueblos, algunos de gran valor histórico. Es el caso de Petra, un municipio recomendable sobre todo si te interesa la historia. Y es que fue aquí donde nació Junípero Serra, el fraile famoso por haber colonizado algunas de las regiones de la actual California. De hecho, cuenta con su propia escultura en el Capitolio de Whasington. ¿Sabías que la actual San Diego fue fundada por él? Si pasas por Petra podrás acercarte mejor a su figura. Cuenta con una interesante Casa Museo donde contemplar, entre otras cosas, como era la vida cotidiana de un mallorquín en el siglo XVIII. Para más información sobre su vida en el actual Estados Unidos, te aconsejamos nuestro artículo sobre el Camino Real de California. Un itinerario que recorre las principales ciudades y misiones fundadas por Junípero Serra y su orden.