El Camino Real es un itinerario perfecto para recorrer la costa californiana disfrutando de un rosario de ciudades de fundación hispana.
Cuando hablamos de roadtrips en EE.UU. inevitablemente nos viene a la mente la Ruta 66. Sin embargo, el país norteamericano cuenta con otros itinerarios igual de interesantes. Hoy te traemos el que sigue el antiguo Camino Real, una ruta con fines colonizadores que los españoles emprendieron en el siglo XVIII a lo largo de la actual California y que dio lugar a las actuales ciudades de San Diego, Los Ángeles y San Francisco, entre muchas otras. Aunque el Camino Real también se extendió por la Baja California (hoy todavía mexicana), en este artículo recorreremos de sur a norte las principales fundaciones de la Alta California, en EE.UU. Por cierto, si te apetece explorar más California, te aconsejamos nuestros artículos sobre los parques naturales más bonitos de California y sobre qué ver y hacer en Los Ángeles. Y, si quieres seguir apretando el acelerador, aquí te dejamos las mejores roadtrip del mundo, las mejores road trip de España y las mejores road trip de Europa.
El origen del Camino Real
Antes de encender los motores, conviene conocer el contexto del Camino Real para disfrutar aún más de este roadtrip. Durante el siglo XVIII el Pacífico había dejado de ser “El lago español”. Varias naciones comenzaban a incursionar en los territorios americanos a través del mar o, incluso, a través de la tierra (como hicieron los rusos desde Alaska). La Corona española reaccionó impulsando el Camino Real, una iniciativa que pretendía fijar una presencia española permanente en tierras hasta entonces poco exploradas con el fin de tener derechos sobre ellas y evitar así el asiento de otras naciones.
El plan era ascender por la costa norteamericana fundando pequeñas misiones que, con el tiempo, contarían con un poblado de indígenas conversos y un presidio, es decir, un lugar en donde residían soldados y fuerzas del orden. Poco a poco, muchas de estas misiones o, mejor dicho, los poblados que en sus cercanías fueron formándose, darían paso a algunas ciudades que hoy en día se cuentan entre las más populosas de EE.UU.
Si te animas a recorrerlo con un alquiler de coches en Estados Unidos, conviene que pienses en qué ciudad vas a fijar tu punto de partida. Nosotros te aconsejamos que comiences por San Diego, la ciudad más al sur. El itinerario sur-norte es el más óptimo, dado que fue el mismo que siguieron los colonizadores. Optar por él es una buena alternativa para hacer de tu roadtrip una experiencia con más significado artístico e histórico.
San Diego
La octava ciudad más poblada de EE.UU. comenzó como una modesta misión fundada en 1769 con el nombre de Misión de San Diego de Portolá. Poco se puede decir de San Diego que no sepamos ya, poco se puede destacar de la ciudad que no hayamos visto hasta la saciedad en películas y series. Pero, dado que el Camino Real tiene acento español, te animamos a que descubras este pasado. Sus vestigios son bien visibles, no sólo por el nombre de las calles sino incluso por la arquitectura. A este respecto te aconsejamos que visites el conocido como el Parque Balboa. Considerado el parque urbano más grande de EE.UU., debe su nombre no a Rocky sino a Vasco Núñez de Balboa, el descubridor del Pacífico. En él encontrarás jardines y una fastuosa arquitectura que, aunque no es original de la época colonizadora española, es un claro homenaje al estilo barroco que tanto caracteriza a las ciudades de fundación hispana en América.
Una buena manera de proseguir la exploración de la herencia española de San Diego es visitar su misión. Se encuentra a poco más de 8 km de San Diego y ha sido declarada Hito Histórico Nacional, título oficial que designa lugares de especial importancia histórica. Fundada en 1769 por el fraile mallorquín Fray Junípero Serra (el único español que a día de hoy, por cierto, cuenta con una estatua en el Capitolio), presenta una arquitectura muy modesta pero al mismo tiempo elegante y funcional.
Los Ángeles
A apenas 2 horas en coche San Diego se encuentra Los Ángeles, una ciudad que con sus casi 4 millones de habitantes es la segunda ciudad más poblada del país después de Nueva York. Hoy es prácticamente la capital mundial de la farándula, como puede apreciarse en su célebre Paseo de la Fama, su no menos famoso Hollywood, Sunset Boulevard y otros muchos enclaves. Te aconsejamos que te detengas unos días en esta vibrante ciudad y que disfrutes de sus playas, como la de Santa Mónica y Venice Beach. Si quieres más planes no tienes más que consultar nuestro artículo sobre qué ver y hacer en Los Ángeles.
Santa Bárbara
A una hora y media en coche bordeando la costa hacia el noroeste, encontramos la localidad de Santa Bárbara, fundada en 1786 y que muchos conocemos por la famosa serie ochentera (de más de 2.000 capítulos) en la que se narraban las dichas y las desdichas de algunas de las familias más adineradas de la ciudad. Si alguna vez viste la serie tal vez recuerdes que una de las familias de la serie tiene un inconfundible apellido español: los Andrade.
Pero dejando atrás la nostalgia, Santa Bárbara merece ser visitada por sus numerosos encantos. Es la típica ciudad californiana, con casitas bajas y palmeras. Sin embargo, lo mejor está en la Misión de Santa Bárbara. A 6 minutos en coche desde la ciudad, podrás plantarte en la conocida como “Reina de las Misiones”. Construida para evangelizar a los indios chumash de la región, cuenta con una encantadora arquitectura que, aunque muy reconstruida, conserva ese inconfundible sabor hispano. Eso sí, su visita está sujeta a horarios y a la compra de una entrada cuyo precio ronda los 9 $.
San José
A 4 horas y 45 minutos en coche de Santa Bárbara te toparás con San José, una de las ciudades californianas más importantes. Si piensas visitarla no podemos dejar de recomendarte que te bañes en sus estupendas playas. Pero si deseas explorarla más a fondo, te aconsejamos una visita a la Mansión Winchester. Una casa rodeada de leyenda, especialmente por haber sido habitada por la peculiar hija del magnate de las armas de fuego Sarah Winchester. Se cuenta que diseñó estancias para su mansión absolutamente desconcertantes: escaleras que no conducen a ningún sitio, puertas diminutas, ventanas que se abren hacia espacios interiores y muchos otros elementos que te dejarán atónito.
San Francisco
Y llegamos finalmente a la joya de la corona: San Francisco, fundada en 1776. Una de las ciudades estadounidenses más emblemáticas y con más personalidad. No hace falta aludir a su icónico Golden Gate y a sus tranvías enfilando empinadas calles, ni a las casitas victorianas de Alamo Park, Chinatown ni el barrio Little Italy. San Francisco es en sí un descubrimiento constante.
Buena parte de su encanto viene sin duda por su misión, ubicada en la misma ciudad y declarada Hito Histórico Nacional. Fundada, como no podía ser de otra manera, por frailes franciscanos en 1776, a día de hoy es un lugar que no puedes perderte. Uno de sus puntos fuertes es que se trata de una de las misiones que históricamente ha sido menos afectada por los terremotos y otros estragos naturales, por lo que permanece relativamente fiel al look arquitectónico original.
Bonus track para cinéfilos: Misión de San Juan Bautista
Si eres un cinéfilo empedernido y un admirador de la obra de Alfred Hitchcock, vale la pena que te des un capricho mitómano y visites la Misión de San Juan Bautista. Ubicada a medio camino entre Santa Bárbara y San José (pero ya muy próxima a esta última) se encuentra este cinematográfico enclave fundado en 1797. Allí se filmaron algunas escenas de la mítica Vértigo de Hitchcock. ¡Rememorar la magistral escena final de la película bien vale un alto en el camino!
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