Marruecos es cada vez más visitado por turistas de todo el mundo. Las malas lenguas dicen que se trata de un país peligroso, pero las personas que ya han tenido oportunidad de visitar este territorio solo cuentan maravillas sobre los encantos de su cultura, su gastronomía, sus mezquitas, y toda su esencia espiritual. Un viaje seguro repleto de cultura e historia a tan solo un salto de España
Marruecos es un país del norte de África conocido popularmente por la influencia de diferentes culturas como la bereber, la árabe y la europea. Marruecos se divide en cuatro ciudades imperiales: Fez, Marrakech, Meknes y Rabat; y dos comerciales: Casablanca y Tánger. Las cuatro primeras son las que contienen mayor carga histórica y cultural, de ahí que sean las ciudades más visitadas por los turistas. Cada vez hay más compañías aéreas que ofrecen conexiones desde diversos lugares del mundo a ciudades marroquíes, como esta aerolínea llamada Royal Air Maroc, la cual otorga la oportunidad de volar a Marruecos a precios asequibles.
Hay multitud de motivos por los que Marruecos es cada vez más visitado. Se trata de un país en el que el cambio de moneda normalmente favorece al turista, sobre todo si hablamos de viajeros europeos. La gastronomía tampoco hay que dejarla de lado, pues la comida marroquí se ha convertido en una de las delicias más cotizadas del mundo. El plato más conocido es el tajín, un guiso de cordero o pollo acompañado con verduras y legumbres cocinadas a fuego lento. La segunda receta estrella es el cuscús, una sémola que se mezcla con diferentes hortalizas. De todos modos, si quieres saber más sobre su impresionante gastronomía, aquí te dejamos nuestro artículo sobre los platos más deliciosos de Marruecos.
No solo la gastronomía es un aliciente para los turistas de todo el mundo, sino que la variedad de paisajes que se pueden encontrar en Marruecos aumenta el deseo de conocer este país en profundidad. La variedad de lugares que aporta a sus visitantes la han convertido en uno de los destinos más atrayentes para los turistas. Desde quién quiere adentrarse en el desierto, como para quienes prefieren ambiente playero; del mismo modo, hay quien aprovecha para visitar mezquitas, zocos (mercados marroquíes), y las medinas de las ciudades principales del país.
Aunque hay muchos lugares para visitar en Marruecos, vamos a destacar cinco de los lugares más emblemáticos del país, ya sea por su riqueza cultural, su encanto particular o su influencia histórica. Recomendamos el alquiler de coche en Marruecos para facilitar el desplazamiento de una ciudad a otra, y poder así visitar tantos lugares como el tiempo permita.
Fez, sede cultural y espiritual de Marruecos
La ciudad de Fez es popular por su antiguo centro amurallado, llegando a ser comparada con la ciudad de Jerusalén. Su importancia histórica es más que destacable, pues sus inicios se remontan al siglo VIII; siendo además pionera en el culto musulmán de Marruecos. A nivel académico, las Universidades de Fez se han hecho un hueco en las listas de las más antiguas del mundo. La carga cultural y espiritual que se le ha otorgado a Fez es más que merecida, pues para los turistas más curiosos en busca del saber y el aprendizaje, se ha convertido en una sede importante de conocimiento. Para saberlo todo, descubre qué ver y hacer en Fez.
Marrakech, la ciudad imperial que dio nombre al país
Marrakech es la ciudad que dio nombre al país, de modo que es, a día de hoy, en uno de los lugares más populares de Marruecos, destacando por encima de su capital. Es la ciudad más visitada y conocida del país a causa de la gran cantidad de turistas que llegan diariamente. La popularidad que ha alcanzado esta ciudad se debe, en parte, a la multitud de mercados y festivales que tienen presencia de manera continua. Se trata de una zona de Marruecos que destaca por su vitalidad y frescura. Siempre hay algo que hacer o visitar en Marrakech, ya sea por el estilo de vida activo y vivo de los ciudadanos; como por la frecuencia de turistas en busca de entretenimiento cultural, histórico, artístico y nocturno. Algunos de los monumentos más conocidos de la ciudad son la Plaza Jamaa el Fna, El Zoco, La Mezquita Koutoubia, Palacio Bahia, Medersa Ben Youssef y las Tumbas Saadies. Como te decimos, son sólo una porción de sus encantos; para conocerlos todos consulta nuestro artículo sobre qué ver y hacer en Marrakech.
Rabat, la capital administrativa de Marruecos
Para los amantes de la historia, sin duda, Rabat es su destino ideal. Es la cuarta ciudad imperial del país, una sorprendente mezcla de tradición histórica y modernidad actual. Abd al-Mumin fue el fundador de Rabat en el siglo XII usando su famosa fortaleza como base para enfrentarse a los españoles. Algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad son la torre Hassan y la Kasbah des Oudaias. La zona de la Medina, situada al lado del mar, suele ser la más visitada, aunque no está colapsada como ocurre en el centro de otras ciudades marroquíes. La Medina está rodeada de murallas que fueron construidas por los Andalusíes expulsados de España, donde se encuentran tres puertas: Bab Bouiba, Bab Chellah, y Bab Mellah. Además, las mezquitas de Jemaa de Muley Sliman y Jemaa Kebir, construidas en el siglo XIV son las más recomendadas por su belleza y grandeza. Una visita muy enriquecedora para los amantes de la historia.
Ait Ben Haddou, el Ksar más icónico de Marruecos
Ait Ben Haddou es el Ksar más emblemático de Marruecos. Un Ksar es un pueblo fortificado constituido por Kasbahs hechos de arena, arcilla, agua, paja y/o estiércol. Es una forma de construir viviendas a partir de materiales orgánicos del propio suelo, moldeados y posteriormente secados al sol. De ahí la sensación de que la construcción emerge del propio paisaje. La ciudad demanda mantenimiento y restauración de manera continua, pues un lugar de tal encanto no puede desvanecerse. Los turistas más curiosos son los que visitan este escenario único con el fin de descubrir paisajes difíciles de hallar, que, sin duda, no dejan indiferentes.
Asilah, la perla del Atlántico
Asilah es un pequeño pueblo de Marruecos situado en la costa atlántica, entre Tánger y Rabat. Es altamente visitado en verano por turistas, ya sean marroquíes como extranjeros, que buscan ambiente desenfadado, gastronomía marítima, tranquilidad y playas de fina arena. Tiene influencia portuguesa, lo cual lo convierte en un lugar muy rico culturalmente; como lo demuestran las murallas portuguesas que rodean el famoso y emblemático casco antiguo. Junto a ellas se encuentran numerosas casas blancas con detalles de color azul intenso al borde del mar, todo un espectáculo para los ojos de sus visitantes.
Tánger, el Marruecos más europeo
Esta ciudad marroquí, ubicada en el extremo norte del país, es una de los lugares más conocidos y turísticos probablemente debido a su tradicional cosmopolitismo. De entre sus encantos destaca la Gran Mezquita (construida en el siglo XVII), el Gran Zoco, la medina (la zona histórica) y la Ville Nouvelle, construida por los europeos durante el siglo XX en torno a la conocida como Plaza de Francia. El Parque de la Mendubia es un área tranquila y apacible, perfecta para recuperar fuerzas. Y, si quieres adentrarte en la Ciudad Nueva, nada mejor que recorrer su Boulevard Pasteur y contemplar el Gran Teatro Cervantes, un edificio de estilo modernista resultado de la administración española de la ciudad.
Casablanca, la más cinematográfica
Casablanca es la más cinematográfica de las ciudades marroquíes, pero es que con justicia podría ser una de las más cinematográficas de todo el mundo. Tanto si eres fan de la película homónima como si no, nunca está de más dejarse caer por el Rick’s Cafe que recrea el famoso local nocturno que regentaba Bogart. Pero Casablanca es mucho más que su mito cinematográfico. Podrás visitar monumentos de gran calidad artística como la Mezquita de Hassan II y la Antigua Catedral del Sagrado Corazón. ¿Por qué antigua? Pues porque tras la independencia del país en 1956, este templo se reconvirtió en centro cultural, función que conserva todavía hoy. De todos modos, su bello estilo neogótico sigue luciendo igual de impresionante que el primer día.
Mequinez
Entre Rabat y Fez se encuentra otra de las grandes ciudades de Marruecos. De hecho ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en buena parte debido a su calidad arquitectónica. Fundada en 1675 por Mulay Ismaíl, cuenta con varios encantos artísticos. En primer lugar el mausoleo del propio Mulay Ismaíl, la puerta Bab Mansour y tres madrasas. Pero Mequinez es mucho más que esta prestancia que le ha otorgado ser una de las 4 ciudades imperiales de Marruecos. Es, al mismo tiempo, una ciudad de tamaño notable (950.000 habitantes) que también te ofrecerá una vida vibrante y repleta de opciones de restauración y ocio.
Chauen
Nos vamos al Rif, área que contó en el pasado con presencia española (de hecho, se localiza muy cerca de Tetuán). Es también el caso de este pueblecito encantador que destaca por el color azulado de sus casas. Es de hecho una de las estampas más habituales del país alauita. Durante mucho tiempo fue ciudad sagrada, lo que impedía la entrada de extranjeros. Este hecho ha propiciado que Chauen se encuentre perfectamente conservada. Son muchos los encantos que vas a disfrutar, aunque destacaríamos su Alcazaba, la Plaza Hammam o su caravasar.
Cordillera de Atlas
Esta cordillera atraviesa el país en diagonal creando algunos climas suaves y mediterráneos. Y también localidades de gran encanto y pintoresquismo. Es la cordillera más alta de África del Norte, con picos que pueden superar los 4.000 metros de altitud. Recorrerla puede ser un gran plan si deseas conocer la naturaleza del país y explorarlo más a fondo. Puedes hacerlo encendiendo motores y lanzándote a la N9, la carretera que atraviesa la cordillera. Las vistas son impresionantes, y podrás disfrutar desde sus hermosos paisajes a los picos nevados de la cordillera. Los hitos de este recorrido son, entre muchos otros, el Valle del Draa, el Palmeral de Skoura y el Desierto del Sáhara. ¡Ahi es nada!
El desierto de Merzouga
Si estás buscando un desierto de dunas puro y duro, con paisajes ondulantes y reflejos anaranjados, Merzouga, ubicado en la frontera con Argelia, es tu lugar. En la localidad del mismo nombre, además, puedes contratar alguna guía en dromedario para adentrarte en este fascinante paraje. Te recomendamos que, si quieres visitarlo, antes te informes de las diferentes actividades. Algunas de ellas pueden ser auténticamente inolvidables, como, por ejemplo, las que ofrecen la posibilidad de dormir de noche en un campamento en haima privada bajo las estrellas.