¿Planeas visitar la India? Si la respuesta es sí, seguramente tengas intención de visitar algún lugar sagrado hindú. Te ofrecemos algunos consejos para ser respetuoso en todo momento evitando así situaciones incómodas.
A pesar de que asociamos el hinduismo con el país en el que nació -la India-, lo cierto es que también es la religión mayoritaria en Nepal (con un 79,9% de hinduistas) e Isla de Mauricio (con un 40%). Sólo tres países pero más de 1.000 millones de fieles, lo que la convierte en la tercera religión más profesada del mundo detrás del cristianismo y el islam. El hinduismo es, además, una religión única, abigarrada y exuberante; razones por las que muchos turistas se sienten atraídos a visitar los países en los que está implantado. Tampoco hay que olvidar que el hinduismo cuenta con algunas de las ciudades sagradas más bonitas del mundo.
Si estás decidido a explorar esta religión, te recomendamos que consultes lo que no hay que hacer en un templo hinduista, una información que puede resultarte práctica en tu próximo viaje a Asia. El respeto va más allá que un templo y puede llevar a algún equívoco, dado que gestos que en nuestros países no significan nada, ahí pueden atraer hacia ti alguna mala mirada. Por tanto, te aconsejamos que complementes este artículo con la lectura de los errores a evitar en un viaje a la India.
No olvides que en un templo hindú eres el invitado del dios
Lo primero que has de saber es que el concepto hinduista de templo es muy diferente a como lo conciben las religiones de nuestro entorno. Para ellos, al igual que para el politeísmo griego o romano, por ejemplo, el templo no es un lugar de reunión de fieles sino sobre todo la casa del dios. Los fieles asisten para honrar a su deidad y recibir sus bendiciones.
Esto propicia que el ambiente de un templo hindú sea más colorido y popular que el de nuestros templos, por lo general de atmósfera más severa y recogida. Lo cual significa que tu actitud puede ser más distendida. Sin embargo, existen ciertas reglas de “educación” con el dios. Puesto que eres su visitante tendrás que tocar la campana antes de entrar en el templo para avisar de tu presencia. Y, sobre todo, recuerda no pisar el umbral de la entrada.
Vístete adecuadamente y no olvides descalzarte antes de entrar
Como en todas las religiones, rigen normas en cuanto a la vestimenta para entrar a los lugares de culto. Las normas no difieren demasiado de las budistas o islámicas: ropa no muy ajustada y que cubra hombros y piernas. También, al igual que en los templos budistas y en las mezquitas, es necesario descalzarse antes de entrar al templo. Bastará con que deposites tu calzado en la entrada. Aunque no es probable que te los roben, siempre puedes recurrir a alguien que te los zapatos a cambio de unas pocas monedas.
Evita realizar fotografías y filmaciones (especialmente a las imágenes del dios)
Esta práctica, que es relativamente habitual en las iglesias cristianas, no está muy bien vista en los templos hindúes. Además, recuerda que estás en la casa del dios por lo que cualquier actitud distendida con las imágenes de la deidad no está bien considerada. Las esculturas del dios son muy importantes para los hinduistas: lavarlas y cuidarlas tiene un sentido ritual para ellos. Es por esta razón que conviene que evites hacerte fotos con ellas. Estas imágenes que para nosotros pueden ser divertidas, para los fieles hinduistas puede constituir una irreverencia.
Sé cuidadoso si vas a realizar alguna ofrenda
El ritual de la ofrenda puede llegar a resultar complejo, por la gran cantidad de pasos que requiere; sin embargo, si te animas a imbuirte por completo en la espiritualidad hindú has de saber que las ofrendas son centrales en su rito. Conviene pues que lo hagas todo bien. Lo primero es hacerse con las ofrendas. Hay de varios tipos, pero las más comunes son estas
Flores: Han de ser flores muy concretas como por ejemplo la caléndula o el jazmín. Es aconsejable que la ofrenda sean los pétalos de esta flor.
Frutas: El hinduismo establece que las frutas sagradas son el coco y el plátano. Esto se debe a que son dos frutas cuyos árboles no crecen de las semillas de la fruta comida.
Dinero: Respecto a la cantidad, hay tradiciones hinduistas que otorgan un valor especial a las cantidades terminadas en 1.
Por lo general, tanto las flores como las frutas puedes adquirirlas allí mismo. Es importante que deposites tu ofrenda respetuosamente, con mucho control de tu lenguaje corporal. Has de mirar a la deidad a los ojos y saludarle juntando las palmas de las manos. Otra cosa que has de tener en cuenta es que, al igual que ocurre con la pureza reclamada a las frutas, lo que ofrendes no puede estar manoseado. Tocar, oler las flores, así como la fruta, se considera impuro, puesto que la ofrenda ha de llegar al dios totalmente inmaculada para ser consagrada. Una vez realizada esta consagración, es muy posible que el propio sacerdote te la devuelva, sobre todo si se trata de comida.
Interactúa con un sadhu
Los sadhus son ascetas que han decidido consagrarse a la vida errática y meditativa. A menudo los verás con lo mínimo, embadurnados de ceniza y merodeando en los márgenes de los ríos y el perímetro de los templos. Su vida está dedicada a la adoración de Shiva y son muy respetados por la población. De hecho, viven de las limosnas de la gente, por lo que mucho de ellos llevan una vida nómada desplazándose de templo en templo. No es una obligación ritual, ni mucho menos, darles una limosna, aunque, como te decimos, está muy bien considerado. Y para qué engañarnos, tratar con un sadhu tampoco es algo que se haga todos los días.
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