Ahorrar en transporte, alojamiento y comida, trabajar durante el viaje, buscar las visitas gratuitas… te damos 5 consejos prácticos para tener unas vacaciones a buen precio. ¡Viajar bien y barato es posible!
1. Ahorrar en el transporte
El transporte suele ser una de las partes más caras de un viaje, por lo que ahorrar en este punto es clave. La primera cosa que hay que hacer es encontrar billetes de avión baratos a nuestro destino. Lo mejor es comparar entre varias compañías, tener fechas flexibles y utilizar un buen buscador, como el comparador de vuelos de liligo.com. También es bueno si puedes viajar sólo con equipaje de mano, para ahorrarte los gastos de facturación. Para más información, puedes consultar nuestro artículo con consejos para comprar billetes de avión en internet.
Una vez solucionado el tema de los pasajes de avión, hay que pensar en cómo moverse en el lugar de destino. Los viajeros que vijan solos o en pareja tienen bastantes opciones:
– Autoestop: al ser gratuito, ahorrarás mucho dinero, pero puede ser peligroso en algunos países.
– El trainstop: es como el autoestop, pero con trenes. En algunos países no es extraño que, por supuesto después de preguntar al maquinista, se pueda viajar de forma gratuita en la cabina del tren. Eso sí, ten en cuenta que algunos aceptan y otros no.
– Coche compartido: cada vez más extendido en todo el mundo, suele salir más barato que el tren o el bus.
– El bus: es un medio de transporte muy barato en países como Tailandia, México o Vietnam.
Para los viajeros que viajan en grupo o en familia, recomendamos el alquiler de coches: entre varios el precio se divide, y además proporciona mucha más libertad que los otros medios de transporte.
2. Hacer concesiones con el alojamiento
Si se quiere ahorrar no se puede viajar a hoteles de 5 estrellas, esto es así. Algunas de las formas baratas de dormir en un viaje son:
– El couchsurfing: dormir gratuitamente en la casa de gente dispuesta a acogerte. Es ideal para la gente que viaja sola y que desea relacionarse con personas del lugar.
– Los albergues de juventud: una de las opciones más baratas de alojamiento, que permite dormir (en habitaciones compartidas, claro) desde unos pocos euros la noche.
– Pequeños hoteles: no son tan baratos como las otras opciones, pero sin duda ofrecen mayor comodidad e intimidad. Buscando bien, se pueden encontrar ofertas interesantes, con una excelente relación calidad-precio.
3. Comer localmente
Además de para ayudarte a sumergirte en la cultura local, comer las especialidades locales del país durante tu viaje te ayudará a ahorrar. En Asia, Sudamérica o incluso en África, los platos locales son siempre más baratos que los “occidentales”.
Te recomendamos que evites los restaurantes turísticos, y que no dudes en salirte de las zonas más transitadas del centro de la ciudad. Es allí donde encontrarás los restaurantes más auténticos y más baratos. Otra gran opción es la comida callejera: ¡especialidades locales a un gran precio!
4. Trabajar para viajar
La forma más barata de viajar es, sin duda, trabajando durante el viaje y teniendo así algún ingreso. El WWOOF, recolectando fruta o vendimiando, echando unas horas en la recepción del hostal donde te alojas… ¡hay muchas posibilidades! Para más inspiración puedes consultar el artículo que publicamos con los trabajos de verano para viajar trabajando.
5. Elige bien y no te pierdas nada
Viajar barato no implica renunciar a ver o hacer cosas, sólo hay que saber elegir. Por ejemplo:
– Aprovecha las visitas gratuitas: muchos museos o atracciones son gratuitas, o tienen un día en el que lo son. Infórmate, y aprovéchalo.
– Utiliza los abonos de transporte: suelen ser la mejor forma de moverse por una ciudad. Calculando bien los que necesitas, salen mucho más baratos que los billetes individuales.
– Regatea: en muchos países el regateo forma parte de la cultura, así que no seas tímido y lánzate al divertido arte de la negociación.
¿Tienes algún otro truco para viajar barato? ¡Cuéntanoslo!